Cuando piensas en viajar en el tiempo, ¿qué se te viene a la mente?
¿El doctor Who atravesando los siglos en su Tardis, apretando botones en esa especie de máquina de juegos metafísica?
¿Se te vienen a la cabeza imágenes de los artilugios construidos por victorianos en batas de terciopelo para volar a través de las eras?
¿O más bien algo más parecido al auto deportivo de la serie de películas "Volver al futuro"?
En cualquier caso, la pregunta es: ¿podría lograrse alguna vez?
La probabilidad está siendo estudiada por académicos en la Universidad de Birmingham, Inglaterra. Se ocupan de uno de los aspectos de un programa de investigación sobre la naturaleza del tiempo que involucra a universidades en Australia, Estados Unidos, Alemania, Holanda y Turquía.
Es tiempo
Empecemos por lo desilusionante: el equipo de la Universidad de Birmingham no está construyendo en secreto una máquina del tiempo.
Lo que están haciendo es examinar unas ideas profundas y eternas. Eso porque, cuando uno empieza a reflexionar sobre el tiempo, surgen interrogantes sobre física y filosofía, así como sobre la naturaleza de la realidad.
Nikk Effingham, director del departamento de Filosofía, está liderando el proyecto con Alastair Wilson, quien entre otras cosas se especializa en la filosofía de la física.
Si bien es cierto que la probabilidad de viajar en el tiempo es "infinitesimal", dice Effingham, no es imposible.
Además, subraya, es inherentemente valioso explorar "preguntas intrínsecamente interesantes": los resultados pueden ser sorprendentes al embarcarse en investigaciones tan abiertas.
Incluso algunas ideas aparentemente obtusas tienen aplicaciones directas.
Un buen ejemplo es lo que está examinando parte del grupo internacional: cómo perciben el tiempo las moscas de la fruta. Y antes de que lo desestimes, considera que el propósito es comprender mejor la noción del tiempo y la memoria secuencial, un tema relevante para algunos trastornos degenerativos en los humanos.