El plan satelital prevé una inversión estatal de 335 millones de dólares entre 2014 y 2016.
Brasil, Colombia, México y Venezuela han construido o tienen
proyectos de crear sus propios satélites, pero a finales de noviembre Argentina
se convertirá en el único país latinoamericano que no solo cuenta con
sus aparatos de industria local sino que además dispone de un cohete
lanzador para situarlos en órbita. El Gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner, de excedencia hasta el lunes próximo por motivos de salud,
anunció esta semana que antes de terminar el mes comenzarán las
primeras pruebas del lanzador satelital Tronador III en el pueblo de
Pipinas (156 kilómetros al sur de Buenos Aires). Se probará entonces el
primero de hasta seis prototipos antes de que en 2015 se instale la
estructura definitiva para los lanzamientos de satélites en la ciudad de
Bahía Blanca, situada a unos 690 kilómetros al sur de la capital
argentina.
El plan satelital de Argentina prevé una inversión estatal de 335
millones de dólares entre 2014 y 2016, incluidos 9,2 millones para el
vehículo experimental. El cohete mide 14,5 metros, pesa casi 3 toneladas
y se moverá a 800 kilómetros por hora. Toda la tecnología satelital es
desarrollada por 350 científicos y técnicos argentinos, aunque liderados
por un italiano que dirige la Comisión Nacional de Actividades Espaciales,
Conrado Varotto. En el proyecto también participan la Universidad de La
Plata y la empresa pública tecnológica de la provincia sureña de Río
Negro, Invap. La
futura plataforma de lanzadores de Bahía Blanca podrá colocar en órbita
satélites medianos de 250 kilos, pero no los grandes de 3 toneladas.
El objetivo del Gobierno de Fernández
es, al igual que otros países latinoamericanos, lograr la autonomía en
materia satelital. "El Tronador II significa soberanía y desarrollo,
porque nos permitirá realizar solos una misión satelital completa", ha
declarado el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y
Servicios, Julio de Vido. “Soberanía, porque nos permitirá realizar
solos una misión satelital completa, es decir, la construcción de los
satélites y su puesta en órbita. Y desarrollo tecnológico porque lo
hacemos con diseño y construcción 100% argentinos, que además nos
permitirá poner en órbita satélites de terceros", añadió De Vido. Con el
desarrollo de su propio lanzador, Argentina ingresará a un club que en
la actualidad integran solo 11 países en el mundo, entre ellos, EE UU,
Rusia, Japón, Francia, China e India. Buenos Aires pretende colocar en
órbita aparatos que le aporten información útil para la agricultura (por
ejemplo, acerca de la tierra, la salinidad, las plagas y el clima), la
pesca, la hidrología, la gestión de emergencia, la planificación
territorial y la sanidad.
Fuente:
El País (España)