Por varios motivos.
Durante la infancia nuestra voz cambia gradualmente con el crecimiento de la laringe y la maduración de las cuerdas vocales.
Luego, en los niños ocurre un cambio dramático en la pubertad porque las hormonas cambiantes afectan el tamaño y la forma de la laringe y la voz se "quiebra".
La mayoría de las voces luego permanecen relativamente estables durante varias décadas hasta que más adelante en nuestra vida la voz se debilita y se vuelve temblorosa porque los músculos comienzan a encogerse y las membranas se afinan.
Las voces de los hombres tienden a subir de tono, mientras que con las de mujeres ocurre lo opuesto.
A pesar de estos cambios, nuestra voz puede seguir siendo reconocible por familiares y amigos a lo largo de la vida.
Fuente:
BBC Ciencia