Un modelo matemático destapa supuestos comportamientos de hormigas, avispas y abejas
Las hormigas, avispas y abejas manipulan a la primera camada para que ayude a la segunda, según un modelo matemático aplicado al comportamiento materno en estos organismos eusociales. Según este modelo, el supuesto comportamiento altruista de la primera camada en realidad está forzado a través de la manipulación. Las madres consiguen este resultado mediante la interrupción del desarrollo de la descendencia, por ejemplo, a través de una mala alimentación o una conducta agresiva.
La manipulación se considera a menudo como un comportamiento moralmente repudiable, sin embargo podría ser responsable de los orígenes evolutivos de la conducta altruista, según un estudio que publica la revista The American Naturalist.
En biología evolutiva, la manipulación se produce cuando un individuo, el manipulador, altera el comportamiento de otro individuo de manera que es beneficioso para él, pero que puede ser perjudicial para el individuo manipulado.
Esta manipulación no solo se produce en seres humanos y animales, sino también a nivel celular. Las células de un organismo multicelular, o los parásitos, pueden alterar el comportamiento de sus huéspedes.
Es el caso de la lombriz parasitaria Myrmeconema neotropicum, a la que, cuando es ingerida por la hormiga tropical Cephalotes atratus, le crece un abdomen de color rojo brillante con aspecto de baya. Este abdomen luminoso constituye un fenotipo manipulado por el gusano.
Las aves se comen lo que creen que son bayas, es decir, a las hormigas infectadas por la lombriz, y luego propagan el parásito en sus heces, que son recogidos posteriormente por las hormigas para alimentar a sus larvas. El ciclo de la conducta manipulada comienza de nuevo.
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