Si un bebé llora desconsolado, que uno de sus padres lo coja en brazos lo calma al instante. Un estudio publicado esta semana en la revista Current Biology
demuestra que se trata de una respuesta común a todos los mamíferos,
desde ratones hasta humanos. Según explica Kumi Kuroda, del Instituto de
Neurociencias RIKEN de Saitama (Japón), "los brazos de la madre son el
lugar más seguro donde un bebé puede estar". Es más, evolutivamente
hemos aprendido a identificar que cuando nuestra madre nos lleva a cuestas en los primeros meses de vida, aumentan nuestras posibilidades de sobrevivir.
Kuroda y sus colegas han demostrado que en el momento en que un bebé
reconoce que está en brazos de un adulto, deja de agitarse, sus músculos
se relajan y el ritmo de su latido cardíaco disminuye rápidamente.
Y usando un electrocardiograma han comprobado que en las crías de ratón
la velocidad a la que late el corazón también desciende cuando la madre
lo agarra suavemente de la espalda para moverlo de un lado a otro,
además de que cesa su llanto (emitido en ultrasonidos).
Es casi infalible:
Fuente:
Muy Interesante