Un artículo publicado en el diario británico The Guardian argumenta que hay un vínculo entre el envenenamiento por plomo y el crimen violento.
En el pasado se han publicado estudios que parecen apoyar estas afirmaciones. Y algunas estadísticas de países desarrollados muestran que desde el inicio de la década de 1990 las tasas de violencia se han reducido en las grandes ciudades en las que se han establecido medidas estrictas para reducir la contaminación de plomo.
Pero hasta ahora no ha sido posible demostrar que realmente existe una relación de causa y efecto, y no sólo una asociación que puede ser casual.
Howard Mielke, profesor de farmacología de la Universidad de Tulane en Luisiana, Estados Unidos, ha estado investigando este vínculo desde hace décadas.
Correlación "oculta"
Tal como le explica a la BBC, "ciertamente es una correlación muy fuerte pero es una correlación oculta"."Se estudió a personas que fueron expuestas al plomo y 20 años después se les hizo un seguimiento cuando ya habían aparecido los síntomas. Y en esos 20 años puede haber muchos factores que influyen la conducta de un individuo, además de su exposición ambiental"
Prof. Alastair Hay, Universidad de Leeds
"Esto se inició cuando se hicieron estadísticas de contaminación ambiental de plomo y del rendimiento de los niños en los sistemas escolares. Cada vez nos dimos más cuenta de que la cantidad de plomo en el ambiente estaba vinculado claramente a problemas tanto de aprendizaje escolar como violencia", señala.
El experto explica que un estudio realizado en Cincinnati siguió durante varias décadas a niños que habían tenido una alta exposición a plomo y otro grupo no expuesto.
"Los resultados mostraron que al llegar a la adultez, el grupo expuesto a plomo presentaba varios problemas, incluidas dificultades en el colegio, de conducta, o empezaban a cometer delitos. También se les sometió a escáneres de MRI y se observó que el cerebro mostraba diferencias y daños en determinadas regiones".
"En Nuevo Orleans trazamos mapas con los índices de contaminación en cada región. Y estos mapas ahora son una herramienta muy útil que muestra una asociación muy fuerte entre las áreas de mayor contaminación de plomo con los índices más altos de actividad criminal", afirma el profesor Mielke.
Otros factores
Sin embargo, los críticos argumentan que en un asunto tan complejo como la conducta criminal y violenta hay muchos factores involucrados.Se ha hablado de una predisposición genética o biológica, circunstancias sociales o carencias económicas que empujan a un individuo a estas conductas.
Y también se dice que la reducción en el crimen en las últimas décadas puede deberse a que ahora existen mejores estadísticas y mejores formas de registrar la delincuencia.
El profesor Alastair Hay, de la Universidad de Leeds, Inglaterra, es uno de los principales expertos británicos en toxicología ambiental y ha estado investigando los efectos de la contaminación de plomo.
El experto le comenta a la BBC: "He estado realizando investigaciones sobre el plomo desde hace muchos años y sobre sus efectos en el sistema nervioso y otros órganos, pero no conocía estos estudios que se mencionan. Ahora tuve oportunidad de leerlos y veo que son estudios serios, controlados y cuidadosamente hechos".
"Sin embargo -agrega-, una de las dificultades con estos estudios es el retraso que existe entre la exposición y el efecto".
"Es decir, se estudió a personas que fueron expuestas al plomo y 20 años después se les hizo un seguimiento cuando ya habían aparecido los síntomas. Y en esos 20 años puede haber muchos factores que influyen la conducta de un individuo, además de su exposición ambiental".
Según el profesor Hay, ahora es necesario llevar a cabo "más estudios detallados y controlados pero que tomen en cuenta todos los otros factores que ocurren durante el desarrollo de esos individuos. Y también habrá que confirmar los resultados en otros países".
De cualquier forma, agrega el experto, los estudios han demostrado que el plomo es una de las sustancias contaminantes más peligrosas para ser humano y ya no hay dudas de los daños que causa en el cerebro.
"Las autoridades reguladoras en todo el mundo lo saben", expresa el científico.
"Y por eso se están llevando a cabo esfuerzos para mantener los niveles de plomo lo más bajo posibles, particularmente en los niños".
Fuente:
BBC Ciencia
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