Por si no os habéis percatado, una
inmensa cantidad de los problemas de extinción de especies acontecen en
islas, lugares estos que reunen una serie de características que los
hacen especialmente sensibles a todo tipo de perturbaciones.
Y ojo, que
hoy en día ya no solo se habla de islas como masas de tierra rodeadas de
agua, ya que también hay ” islas de vegetación” e ” islas ecológicas”,
es decir, pequeñas masas de naturaleza rodeadas de cemento o cultivos.
Tierras estas muy interesantes para su estudio y en la que se pueden
aplicar algunos principios de la biología de islas a la que estamos
habituados. Yo hablo hoy de islas en general, sin entrar en más
detalles, cada uno que lo aplique al caso que crea conveniente.
En España tenemos dos grandes
archipiélagos: Canarias y Baleares. Además, tenemos la suerte de que
cada uno de ellos tiene un origen y una historia natural la mar de
interesante en la que podríamos aplicar las mismas premisas que en las
Galápagos o las Hawaii( las grandes islas de donde salen los estudios
más famosos). Tenemos ejemplos, alguno causa de estudio mientras escribo
estas palabras, de radiación adaptativa, de extinciones, de especies
invasoras( muy de moda este tema) y de todo lo aplicable a la ecología
de islas.
Las islas son centros de especiación
enormes por la barrera geográfica que suelen suponer. Dos poblaciones de
una especie aisladas el tiempo suficiente entre sí tienen bastantes
probabilidades de acabar formando poblaciones de especies diferentes.
No es fácil colonizar una isla, de hecho ya conoceréis que a una isla
llega una especie nueva cada mucho tiempo, y si hablamos de mamíferos o
reptiles más aún( las plantas y las aves marinas tardan menos). En los
archipiélagos hay muchos casos de radiación adaptativa( pinzones en
Galápagos, el ejemplo más famoso), el proceso es el siguiente: en primer
lugar llegan ejemplares del continente a una isla, luego colonizan
diversas islas vecinas -quedando inconexas las poblaciones entre las
islas- y tras un tiempo de aislamiento reproductivo y selección por
separado es posible que tengamos especies diferentes. Partiendo de una
que llegó primera, y que puede seguir existiendo, ahora tenemos varias
más repartidas en diversos puntos aislados. Ya podéis imaginar que en
una cadena de islas no es difícil que un pequeño Paseriforme, un
insecto, o un reptil, queden aislados tanto de su masa de tierra de
origen, como de poblaciones en islas vecinas, por lo que en un
archipiélago puedes encontrar una amplia variedad de especies originadas
por especiación alopátrica. Es más, si una isla volcánica aún es joven y
está por conquistar( hablando en términos de naturaleza), es posible
que dentro de una misma isla podamos encontrar diferentes especies o
subespecies de la misma planta o insecto que llegó y ya suponía una
especi nueva de por sí, pero que se ha diferenciado en varias más. Se
produce esto al ocupar diferentes nichos de esa isla, o diferente
altitud, por ejemplo.
Además, al estar recluidas a espacios
razonablemente pequeños, las poblaciones son acordes a esos sitios, es
decir, pequeñas, y no es tan difícil que se extingan ante un factor
medianamente perturbador. En efecto, las islas suelen ser sitios
frágiles, donde los problemas de la biología de la conservación se
magnifican y los desastres se perciben antes y pueden ser más
desastrosos. Son laboratorios vivos donde se pueden estudiar ciertos
fenómenos a una velocidad que en las masas continentales se dan a otro
ritmo.
Con todo esto lo que quiero decir es que
tenemos especies únicas, además en gran cantidad en relación al tamaño
de las islas, por lo que una perturbación grave puede arruinar hábitats
repletos de especies endémicas sin posibilidad de recuperarlas.
Si pasa
algo en la Sierra de Huelva, por poner un ejemplo, en la Sierra de
Sevilla hay más o menos la misma vegetación, por lo que tarde o temprano
se podría colonizar este espacio. En una isla puede que no haya otra
isla con las mismas especies, ni el tiempo de recuperación sería el
mismo.
Otra causa de extinción en islas es la
confianza, el grado de ingenuidad de sus especies. Pensad que en toda su
historia natural muchas de estas especies apenas han tenido grandes
predadores, ya que rara vez éstos llegan a las islas oceánicas, de ahi
que si de repente incorporamos gatos, perros, ratas o cerdos se produzca
un desastre, ya que el ritmo de destrucción de estos animales es mucho
mayor que el ritmo al que pudieran adaptarse/ recuperarse las indígenas
del lugar. Aparte estamos nosotros mismos,que somos muy dados a matar y
destruir por gusto, y al comprobar que las aves no se van aunque casi
las pisemos, nos entretenemos molestándolas. Fijáos que hay animales de
islas que incluso han perdido sus capacidades digamos de defensa, como
la capacidad de volar, la agilidad, el tamaño…
En plantas es igual, no
predominan en islas plantas venenosas o con pinchos, ya que no tienen
grandes predadores, sería un gasto innecesario.
La evolución ha ido
encaminando los pasos de estas especies hacia la pérdida de carácteres
que realmente no les suponían nada relevante en su situación, por
ejemplo en Baleares había una musaraña de grandes dimensiones, ya que no
le hacía falta ser pequeña para huir de nadie, y en islas que había
hipopótamos éstos eran menores que sus hermanos vivos aún en África,
porque no tenían, por regla general, predadores a los que intimidar a
traves de la corpulencia. Y pensemos un poco más lejos, la de aves que
hay en islas tropicales que tienen alas de modo vestigial, viven
corriendo por el suelo sin preocupación alguna, y encima son, hablando
pronto y claro, gordas.
Como no han tenido enemigos naturales en
millones de años les ha ido bastante bien, pero para los perros o gatos
que hemos llevado los seres humanos en tiempos históricos son un plato
facilísimo y bastante nutritivo.
Poniendo otro ejemplo, hay aves tipo
gallina( físicamente) viviendo perfectamente en sus hábitats
originarios, pensad lo que duraría aquí una gallina en plena libertad,
con tanta carne y tan fáciles.
La tercera causa son las especies
introducidas, y me refiero a ellas ahora en el sentido de que lo más
normal es que en un sitio donde nunca han existido estas especies no
haya predadores para ellas, ni parásitos, aparte del daño en sí mismo,
al que me he referido en el párrafo previo. Nada controla su abundancia.
Hay casos de serpientes introducidas en islas que ahora se cuentan por
millones, una densidad que estas especies ni soñarían en sus lugares de
origen.
Por supuesto estas serpientes han acabado con casi toda la vida
restante de estas islas, desde aves a otros reptiles. Ahora en Canarias
he sabido que tienen algún problema con serpientes tropicales de gran
tamaño, y bueno, son tantas y tantas las especies exóticas que forman ya
parte de nuestro entorno por obra y gracia de la moda de las mascotas
extravagantes que iremos sorprendiéndonos mucho más con el paso del
tiempo. Las especies alóctonas que se están naturalizando y prosperan en
lugares donde esas especies no han estado nunca suponen actualmente una
de las causas graves de extinción, y sobre todo en islas está
originando grandes problemas.
En Nueva Zelanda o Hawaii buena parte de
sus plantas autóctonas están amenazadas o extinguidas, y lo mismo puede
decirse de muchos vertebrados o invertebrados. Este problema no es solo
natural, las especies exóticas pueden ser también un problema económico y
sanitario, y esto ya no es de islas, es en general.
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