No solo podemos sino que, para vivir en sociedad, resulta esencial ser capaces de predecir las decisiones que otros tomarán,
tanto en el ámbito personal como en el profesional. Investigadores del
Instituto RIKEN de Neurociencias de Japón han descubierto que existen
dos señales cerebrales diferentes en la corteza humana prefrontal que
están implicadas en esta capacidad de "adivinar el futuro".
Según publican los científicos en el último número de la revista Neuron, las técnicas de neuroimagen revelan que nuestro cerebro simula los procesos mentales de otros sujetos. O, dicho de otro modo, se "mete en sus cabezas". Para que esto suceda, la corteza prefrontal se ocupa, por un lado, de calcular el valor que le dará el otro sujeto a las recompensas que obtendrá a partir de las diferentes opciones a escoger, en función sus valores y prioridades, y simula cómo afectará eso a su decisión, eligiendo la más probable. Además, otro grupo de neuronas se ocupa de comparar dicha predicción con la acción que finalmente se lleva a cabo, para, en cierto modo, aprender de los errores y afinar más el pronóstico en la próxima ocasión que se nos presente.
Según publican los científicos en el último número de la revista Neuron, las técnicas de neuroimagen revelan que nuestro cerebro simula los procesos mentales de otros sujetos. O, dicho de otro modo, se "mete en sus cabezas". Para que esto suceda, la corteza prefrontal se ocupa, por un lado, de calcular el valor que le dará el otro sujeto a las recompensas que obtendrá a partir de las diferentes opciones a escoger, en función sus valores y prioridades, y simula cómo afectará eso a su decisión, eligiendo la más probable. Además, otro grupo de neuronas se ocupa de comparar dicha predicción con la acción que finalmente se lleva a cabo, para, en cierto modo, aprender de los errores y afinar más el pronóstico en la próxima ocasión que se nos presente.
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