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30 de abril de 2012

Piraña 3D

Carátula de la película

Por fin he visto la película Piraña 3D (sí, ya sabéis que me encantan este tipo de pelis), así que voy a comentar algo de lo que algunos de vosotros ya me habíais avisado. En la peli, un movimiento sísmico abre una cueva en un lago, en la que una población de pirañas llevaba atrapada desde épocas prehistóricas, de forma que los bichos salen a buscar comida fresca (es decir, bañistas). Ante la obvia pregunta de cómo han podido sobrevivir durante tando tiempo, sin comida, la respuesta del científico de turno (Christopher Lloyd, que a veces parece no poder librarse de Doc Emmet Brown) es una sola palabra: «canibalismo». Es decir, durante millones de años, generaciones de pirañas se han alimentado de sí mismas.

Los que recordéis el post sobre Matrix, sabréis por qué esto es totalmente imposible. Los seres vivos somos endotérmicos, es decir, consumimos más energía de la que se puede obtener de nosotros. Así de simple.

En el caso concreto de los animales, para «crear» uno y que crezca un poco, necesitamos proporcionarle una cantidad de nutrientes mucho mayor de la que podemos obtener de él si decidimos comérnoslo. 

Nuestro ecosistema depende de la energía que nos proporciona el sol. Dicha energía permite a las plantas realizar la fotosíntesis y transformar minerales en nutrientes. Los animales hervívoros se comen las plantas, obteniendo nutrientes de ellas, y los carnívoros se comen otros animales. Sin sol, se rompe el primer eslabón de la cadena. Las plantas morirían, y cualquier población animal desaparecería en poco tiempo, aunque se comieran unos a otros. Creo que es bastante evidente que para cualquier especie que podamos imaginar (pirañas incluidas), no bastan los nutrientes de un único ejemplar para alimentar a otro desde el estado embrionario, hasta una edad que permita la reproducción.

Hay otro aspecto en esta historia que también podría ser mala ciencia. Como sabéis, las especies cambian para adaptarse al entorno. Es la famosa evolución. No puedo imaginar un cambio más drástico que quedar aislado del resto del mundo en un entorno cerrado y sin luz. Entonces ¿cómo es que las pirañas prehistóricas no han cambiado en nada? El aislamiento no es una explicación plausible en este caso, ya que no se ha mantenido un ecosistema completo. Sólo están ellas, y entre otras cosas, han perdido la luz, y han cambiado su dieta. A menos que pensemos que en su origen, esa especie ya vivía en esas condiciones.

Fuente:

Mala Ciencia
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