¿Cómo afectará el cambio climático a millones de familias de agricultores en América Latina y en otras regiones del mundo?
Papa, frijol, yuca y plátano son algunos de los cultivos vulnerables al calentamiento global y es urgente desarrollar variedades tolerantes a sequías, mayores temperaturas y otros fenómenos que se estima serán más frecuentes, aseguran expertos del Programa de Investigación en Cambio Climático del CGIAR, la organización que reúne 15 centros de investigación agrícola a nivel global.
El CGIAR acaba de lanzar un portal en internet que identifica cómo serían afectados diferentes cultivos y qué nuevas variedades deberán desarrollarse. El portal busca centralizar información útil para agricultores y gobiernos en diferentes partes del mundo. Titulado Red de Conocimiento sobre Adaptación y Mitigación, AMKN por sus siglas en inglés (www.amkn.org), el sitio ofrece desde mapas interactivos hasta modelos climáticos, además de información sobre proyectos pilotos con comentarios de agricultores en distintas partes del mundo.
Varios estudios fueron reunidos además por el CGIAR en un nuevo libro, "Adaptación de Cultivos al Cambio Climático", Crop Adaptation to Climate Change.
"La papa, por ejemplo, es un cultivo clave cuya principal limitación es el calor, ya que requiere frío. Necesitamos variedades que sean tolerantes a altas temperaturas. En los Andes, sin esas variedades, el cultivo deberá trasladarse más arriba en la montaña", dijo a BBC Mundo Andrew Jarvis, geógrafo experto en agricultura del Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, con sede en Colombia, e integrante del programa de investigación sobre cambio climático del CGIAR.
"Se han hecho trabajos sobre tolerancia al calor en el pasado, pero el mensaje es que se necesita mucha más investigación. Lo que tenemos ahora no será suficiente para que los cultivos de papa puedan adaptarse en el 2030".
Frijol, plátano y yuca
Otro cultivo clave para América Latina es el frijol. "En este caso, temperaturas demasiado altas y sequías son los dos factores limitantes. Y en América Central, especialmente, se estima que habrá una caída en las precipitaciones. Necesitamos nuevas variedades con mayor tolerancia a las sequías", señaló Jarvis.
"No estamos empezando de cero porque ya se están produciendo variedades, pero debemos hacer más, especialmente para América Central".
No todas son malas noticias en el caso de plátano y yuca. En las regiones subtropicales de Brasil, por ejemplo, el aumento de temperatura favorecerá la producción de banano, según los expertos del CGIAR.
"También hay zonas tropicales en Ecuador y Colombia, por ejemplo, en las que disminuirá la presión de la principal peste del cultivo, un hongo llamado cigatoka negra. La caída en las lluvias pueden llevar a la interrupción de su ciclo vital y tampoco es muy tolerante a altas temperaturas en condiciones secas, ya que precisa humedad", explicó Jarvis.
En el caso de la yuca, un cultivo resistente que puede soportar calor y sequías, la principal limitante no es el clima, sino su efecto indirecto, el posible aumento de pestes o enfermedades.
Responder en 2030
Jarvis confía en que puedan desarrollarse variedades adaptadas de cultivos de los que dependen para su alimentación millones de personas, pero advierte que no debe perderse tiempo.
"Necesitamos acciones ahora. El mejoramiento de cultivos no es algo que podamos decidir hoy, de forma que en dos años aparezca la variedad mágica de frijol".
"Se trata de una inversión a largo plazo que a veces tarda décadas. El trabajo del CIAT sobre frijoles con tolerancia a sequías fue iniciado hace 25 años. Desarrollar nuevas variedades toma mucho tiempo, por eso es urgente que haya hoy estrategias de investigación que aseguren la existencia de cultivos para responder al cambio climático en 2030".
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