Los animales microscópicos que viven en el suelo son tan diversos en los bosques tropicales de Costa Rica como en las regiones secas de Kenia o los bosques de Alaska, según investigadores en Estados Unidos.
Los científicos suponían hasta ahora que la riqueza de especies bajo la superficie era mayor en los trópicos, pero un nuevo estudio muestra por primera vez que el mundo subterráneo responde a parámetros sorprendentes.
"De la misma manera que alguien que va al tropico busca saber cuántas especies de aves existen, durante mucho tiempo se ha intentado determinar cuántos organismos viven en un puñado de tierra", dijo a BBC Mundo Diana Wall, de la Universidad Estatal de Colorado y una de las autoras del estudio, que fue publicado en la revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Gracias a nuevas técnicas moleculares pudimos encontrar una enorme cantidad de organismos, que además es única de cada sitio. Nos sorprendió, por ejemplo, que cuando examinanos el suelo del Ártico y lo comparamos con el suelo en Sudamérica hallamos más de 1300 tipos diferentes de animales, muchos desconocidos para la ciencia. Y hay muchos más. Así que no solo los trópicos tienen abundancia de vida animal en los suelos".
Los investigadores encontraron que cada sitio tenía un ecosistema único con una extraordinaria diversidad de especies, a diferencia de lo que se pensaba hasta ahora: que a diferencia de lo que ocurre en la superficie, los animales en el suelo eran bastante similares de un lugar a otro.
"En promedio, el 96% de los animales que identificamos se encontraban sólo en ese sitio, o sea, eran endémicos de ese lugar, lo que indica que tienen una distribución restringida", explicó Wall.
Técnicas moleculares
Los científicos tomaron muestras de 11 sitios en el planeta, incluyendo un bosque tropical en La Selva, Costa Rica, una región árida en Kenia, bosques de Nueva Zelanda, bosques de tundra y boreales en Alaska y Suecia, la Estación Biológica Los Amigos, en Perú, y la Estación Río Mayo en Argentina.
"Los animales que viven en los suelos ven un hábitat muy diferente al que vemos en la superficie. Ellos perciben un hábitat del tamaño de partículas de suelo y materia orgánica. Si nosotros fuéramos animales microscópicos que viven en el suelo el cambio más sutil en salinidad, por ejemplo, sería como un cambio de clima radical de Kansas a Miami. Esas diferencias de salinidad hacen que su hogar sea único", dijo Wall a BBC Mundo.
Los investigadores analizaron las muestras de suelos con nuevas técnicas moleculares que permiten analizar el ADN de distintos organismos.
"De la misma forma que en el caso de los seres humanos se toma una muestra de saliva y se analiza y amplifica su ADN, lo que nosotros hacemos es tomar muestras del suelo y amplificar todo el ADN. Cada ser tiene una identidad diferente".
"Miramos la secuencias, cómo están alineados sus genes, y los comparamos con los datos en bancos de genes y podemos decir, esto es un ácaro, o un microartrópodo, un nemátodo o una cochinilla de humedad".
Wall señala que un estudio similar hace dos décadas habría requerido la participación de "25 expertos por cada grupo taxonómico".
"Los suelos son muy valiosos"
El estudio tiene importantes implicaciones para los esfuerzos de conservación, según sus autores.
"Abre todo un nuevo campo para nosotros. Si preservamos los trópicos pero no prestamos atención al suelo y lo dejamos fuera de los esfuerzos de conservación, estamos excluyendo muchas especies que habrían podido ser beneficiosas para los seres humanos en el futuro. De ahora en adelante deberemos considerar con cuidado cómo restaurar suelos", señaló Wall.
Para la científica de la Universidad Estatal de Colorado, el estudio de los suelos es cautivante.
"Siempre me fascinó la pregunta de por qué hay tantas especies de animales en los suelos, cuando uno los mira al microscopio son intrincados, tienen formas y tamaños diferentes, son animales extraordinarios".
"La gente solía reirse de mí y me preguntaba por qué siempre jugaba con tierra. Cuando niños siempre tenemos las manos en la tierra, buscamos hormigas y termitas, pero cuando crecemos solemos olvidarnos del suelo. En mi caso la fascinación siempre continuó".
Wall espera que el estudio también lleve al público en general a ver los suelos de una manera completamente diferente.
"Me gustaría que la gente vea que los suelos son muy valiosos. Ayudan en la descomposición de la materia orgánica, de ramas y hojas que mueren, ayudan a que los nutrientes vuelvan a las plantas, nos dan nuestro alimento, plantas, muchos animales dependen de termitas y gusanos. Además, los suelos ayudan a limpiar el agua que consumimos y a fertliizar la tierra", dijo Wall a BBC Mundo.
"El suelo es como un nuevo océano que aguarda ser descubierto".
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