Tim Berners-Lee acaba de dictar una conferencia con motivo de los 150 años de MIT, uno de los institutos de enseñanza más importantes del planeta. Como creador de la Web y activo participante en las discusiones sobre su rumbo, es natural que tocase el tema. Entre otras cosas afirmo esto que considero central: “El acceso a la Web es un derecho humano”.
Mucho se ha hablado de acceso a Internet. Pocas veces de acceso a la Web. Son asuntos muy relacionados, pero esencialmente distintos y sujetos a constante confusión. Y es que Web e Internet no son lo mismo. Internet es una red de dispositivos interconectados, donde en los extremos conviven laptops, netbooks, smarthphones, PC, Macs, etc., y en el interior routers, backbones , sistemas autónomos y otros tipo de jerarquías de dispositivos. La Web, por su parte, es una red lógica, no física, construida encima de Internet que entrelaza, o “interconecta”, documentos con toda clase de información mediante direcciones URL.
Insisto, Web e Internet no son lo mismo. Así que cuando Berners-Lee habla del acceso a la Web, está apuntado al acceso al conocimiento contenido allí. Cuando se habla de acceso a Internet, también se habla de acceso a la Web y a las otras redes que conviven allí: las P2P, por ejemplo.
Berners-Lee comparó el acceso a la Web con el acceso al agua. Si bien éste en vital y el otro no, acceder a la Web es un derecho también porque cualquiera que carezca de él queda rezagado con respecto a quienes sí lo están:
Es posible vivir sin la Web. No es posible vivir sin agua. Pero si tienes agua, entonces la diferencia entre alguien que está conectado a la Web y es parte de la sociedad de la información, y alguien que no, se está haciendo más y más grande […]
Además comparó las dimensiones de Web con la red de neuronas en nuestro cerebro. Y afirmó que la Web se hace más densa y grande porque puede ser manipulada, mejorada, extendida. Esto tienen que ver con lo que Berners-Lee una vez llamó la Ciencia de la Web.
En la práctica no es difícil encontrar que los países que más violan los derechos humanos también violan el derecho a acceder a Internet, y por ende a la Web. Existe una evidente correlación. En este sentido, habría que agregar que el libre acceso a la Web también tiene que ver directamente con el precio de las tarifas de acceso a Internet, las políticas —sutiles o evidentes— de bloqueo de ciertos sitios por parte de los ISP, y más importante aún, con la llamada brecha tecnológica de la cual los gobiernos de cada país son responsables de eliminar en lo posible.
Es acceso a la Web es un derecho humano, sí, tanto como el acceso al conocimiento.
Fuente:
Fayer Wayer