Especial: COP16
No sólo es Japón, por su rechazo a renovar el Protocolo de Kioto, ni Estados Unidos o China, por su aparente falta de interés en un posible acuerdo. En la cumbre de Cancún contra el cambio climático uno de los más duros negociadores en esta reunión es Bolivia.
La visita del presidente boliviano, Evo Morales, este jueves a la cumbre confirmó lo que se decía en los pasillos durante la semana: que la delegación de ese país sudamericano es una de las más firmes e inflexibles en las reuniones que se están llevando a cabo.
"Muere el capitalismo o muere la Madre Tierra", dijo Morales durante una conferencia de prensa. "Buscar una salida intermedia es engañar a los pueblos", agregó.
Esa supuesta poca intención boliviana de aceptar compromisos en la negociación es la que preocupa a muchas delegaciones, incluidas las de países latinoamericanos.
Bolivia "está usando una estrategia con el fin de retrasar las discusiones y regresar una y otra vez a los mismos puntos", le aseguró el jueves a BBC Mundo Andrei Bourrouet, viceministro de energía de Costa Rica y miembro de la delegación de su país.
"Tenemos un límite de tiempo para llegar a acuerdos en las próximas horas y a Bolivia no le importa", agregó Bourrouet.
"Entendemos que políticamente puede ser un buen mensaje para ellos, pero no para el resto de los países", dijo.
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BBC Ciencia & Tecnología