No son muy atractivas y más bien parecen torpes. Pero es un hecho que las avestruces son excelentes corredoras.
Ahora científicos descubrieron qué es lo que hace a estas aves correr tan rápido y, aún más importante, de forma tan eficiente.
El avestruz utiliza la mitad de la energía que los humanos necesitamos para correr a nuestra máxima velocidad, dicen los investigadores, que llevaron a cabo el descubrimiento durante una prueba de carreras para comparar a humanos y avestruces.
El secreto, explican los científicos en la revista Interface de la Sociedad Real, es su elasticidad. En cada paso, los tendones del avestruz almacenan el doble de "energía elástica" que nosotros.
En el experimento de biomecánica participaron cinco aves "muy mansas". Los investigadores midieron los movimientos de sus extremidades y articulaciones y la fuerza con la cual sus patas golpean el suelo.
Las avestruces debían correr en una pista de 50 metros especialmente diseñada para la prueba y se les colocaron marcadores fosforescentes en sus articulaciones para poder capturar los movimientos en detalle.
Al mismo tiempo se estudió exactamente de la misma forma a cinco voluntarios humanos colocando varias cámaras para capturarlos desde diversos ángulos.
El profesor Jonas Rubenson, de la Escuela de Ciencia Deportiva, Ejercicio y Salud de la Universidad de Australia Occidental, quien dirigió el estudio, explica que los resultados ofrecen nueva información sobre la evolución de la bipedación, tanto en humanos como en dinosaurios.
Secretos de la agilidad
El estudio, agrega, también podría revelar algunos de los secretos biológicos de la agilidad, los cuales podrían ser útiles en el desarrollo de prótesis e incluso robots.
Los científicos eligieron estudiar a avestruces porque tienen una masa similar a la de los humanos. Esta similitud permitió al equipo establecer comparaciones entre la manera de andar del avestruz y del humano.
Según el profesor Rubenson, fue una sorpresa descubrir que el avestruz y el humano utilizan casi exactamente la misma cantidad de trabajo mecánico al "balancear" sus extremidades de adelante hacia atrás cuando corren.
"La diferencia está en la elasticidad de sus articulaciones" dice el investigador.
"Las avestruces generan más del doble de energía elástica que los humanos durante la retracción y la almacenan en los tendones, lo que significa que necesitan menos potencia muscular para correr a la misma velocidad".
"Moverse con extremidades elásticas es similar a rebotar en un "cangurín" (un palo de acero para saltar con el impulso de un resorte), con el cual la persona no tiene que esforzarse mucho para rebotar porque el esfuerzo lo lleva a cabo el resorte", señala el científico.
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