Sí, has leído bien, un par de vasitos de zumo de naranja multiplica por 2,5 el riesgo de sufrir la gota, una enfermedad reumática causada por la acumulación de ácido úrico en el cuerpo, sobre todo en articulaciones, riñones y tejidos blandos.
Para reducir las probabilidades de padecer dicha forma de artritis, esta investigación de la Universidad de Boston recomienda reducir la ingesta de zumo de naranja y, en general, de otros zumos y refrescos con alto contenido en fructosa. Sobre todo, aconsejan hacerlo a ellas. ¿La razón? Sencillamente, porque la investigación se hizo con personas del sexo femenino, en concreto, con 80.000 mujeres mayores de 22 años.
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