He aquí un problema espinoso: desarrollar una manera objetiva de clasificar a los países según la calidad de vida que ofrecen a sus ciudadanos.
Desde luego que hay varias maneras de abordar este problema. Por ejemplo, El Economist Intelligence Unit compila su índice de calidad de vida a través de encuestas, una técnica útil, pero que no brilla por su objetividad. Otro índice ampliamente citado, el Life Quality Index se basa en la esperanza de vida al nacer y en el producto interior bruto (PIB) por persona, pero sólo es capaz de clasificar a los países mediante la aplicación de un factor de corrección por cada país, y que algunos críticos hablan de la posibilidad de estar sesgado.
¿Hay otra manera? Andrei Zinóviev, del Instituto Curie en París y Gorban Alexander, de la Universidad de Leicester en el Reino Unido, creen que sí, usando una técnica matemática desarrollada a mediados de los años 90, que puede acabar con este tipo de problemas.
Escogieron varios de los índices ampliamente medidos y bien estudiados en los que basar su índice: el PIB per cápita, la esperanza de vida al nacer, la tasa de mortalidad infantil y la incidencia de tuberculosis. Estos datos, a partir de 2005, está disponibles para 162 países.
Zinóviev y Gorban trazaron estos datos de ahí, en un espacio de cuatro dimensiones. Para crear un ranking, resulta relevante saber si existe una función lineal que reduzca este conjunto de datos de cuatro dimensiones a un conjunto de una sola dimensión. Como era de esperar, la respuesta resultó ser negativa. "Cualquier aplicación lineal invariablemente nos dará fuertes distorsiones en una u otra región de los datos espaciales", señalaron. Esto complica las cosas.
Sin embargo, a mediados de los años 90, un grupo de matemáticos ideó una técnica para reducir la dimensionalidad de los conjuntos de datos complejos. Esta técnica, básicamente, equivale a conectar diversos puntos de datos de varias fuentes, permitiendo un sistema fluido, de ahí su nombre: cartografía elástica. Se trata de encontrar un conjunto de resortes que "aplanen" el conjunto de datos, en otras palabras, que reduzcan su dimensionalidad.
Y eso es, básicamente, lo que han hecho Zinóviev y Gorban, crear lo que ellos llaman un índice de calidad de vida no lineal. Una imagen de los 50 primeros puestos, junto con la referencia al documento original, en pdf y con datos a 2005, están referenciados al final del artículo.
No hay sorpresas, aunque hay algunos aspectos interesantes de la lista. Por ejemplo, Guinea Ecuatorial ocupa el puesto 140, aunque su PIB per cápita es mayor que el de Arabia Saudita, clasificada en el 37. Esto se debe a que las terribles estadísticas de salud de Guinea Ecuatorial: una mortalidad infantil de 123 por cada 10.000 habitantes, en comparación con los 21 de Arabia Saudita.
Por razones similares, Rusia ocupa el lugar 71, a pesar de tener un PIB per cápita significativamente más alto que otros países con clasificación similar.
Todas las listas arrojan anomalías de este tipo. Lo importante de ésta es que lo hace de manera objetiva y transparente.
Y esto es importante, ya que este tipo de índices son muy utilizados por economistas y políticos para medir el desarrollo económico, social, etc., y usados para determinar las políticas de gasto y de legislación.
Es difícil de hallar la objetividad en este tipo de decisiones, no obstante, si la gente a la que le importa lo usara, estos índices podrían ayudar.
Índice de Calidad de Vida No-lineal, a 2005
- - Referencia: TechnologyReview.com, 30 de agosto 2010
- - Documento original: http://arxiv.org/pdf/1008.4063v2: Nonlinear Quality of Life Index
Tomado de:
Bit Navegantes