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1 de marzo de 2010

Si nada se pega al teflón, ¿Cómo se adhiere él a las sartenes?

Lunes, 01 de marzo de 2010

Si nada se pega al teflón, ¿Cómo se adhiere él a las sartenes?

¡En primer lugar!

Primero hay que explicar que es el teflón. El teflón, es el nombre comercial registrado por DuPont para referirse al politetrafluoretileno.

Lo que se oculta debajo de ese producto que parece repeler todos los restos de comidas se encuentra alrededor de sus moléculas. El flúor que las envuelve repele casi cualquier material y evita que estos se adhieran al teflón. No en vano, tiene el coeficiente de rozamiento más bajo de los materiales que conocemos. Otra característica fundamental es su impermeabilidad.

Su historia es bien curiosa: Roy J. Plunkett(derecha en la imagen) y su ayudante Jack Rebok (izquierda en la imagen) realizaban experimentos para la empresa DuPont allá por el año 1938. En uno de ellos, querían conseguir mayores cantidades de tetraflouretileno (TFE). Este material, después de un sencillo tratamiento, era vaporizado y pasaba a través de unos tubos y medidores de flujo, para posteriormente acabar en una cámara donde se le aplicaban otros productos químicos para que reaccionase. Como en muchos otros inventos de la historia, el hallazgo fue fortuito. Detectaron un error en el sistema y no se explicaban el motivo. Al desmontar algunas válvulas se dieron cuenta de que había una sustancia blanca en forma de polvo. El TFE se había polimerizado. Probaron con muchísimos ácidos y disolventes, pero no consiguieron que afectase a ese polímero. Luego, la historia ya la conocemos. La DuPont se interesó y pasó a formar parte de su gama de polímeros.

Pero...

¿Pero como se fija el teflón a las sartenes entonces? ¿No debería repeler igualmente a estas? Existen dos técnicas para cubrir de teflón las superficies de ollas y sartenes.

El método de la sintetización, que es parecido a la fundición. Se trata de elevar la temperatura del teflón hasta más o menos 400ºC y una vez hecho esto, se imprime con fuerza en la superficie que nos interesa. No obstante, hay que decir que cuando este se enfría, puede saltar con el tiempo y separarse de la sartén.

Sin embargo, otra opción es la del “bombardeo”. Se modifica químicamente el lado del teflón que queremos pegar a la sartén, bombardeándolo con iones en un campo eléctrico y en el vacío, con lo cual, conseguiremos arrancar o quitar muchos átomos de flúor de la parte que queremos enganchar en la sartén u olla, luego esa parte se puede enganchar ya que lo que hacia que el teflón repeliese materiales era –como hemos dicho antes- el flúor alrededor de las moléculas. Una vez eliminados o arrancados esos átomos, podemos modificar esa cara añadiéndole cualquier otro material que favorezca la adición, como por ejemplo, el oxígeno.

Como veis, esta segunda opción es la que da mejores resultados, lo que explica el motivo por el cual es el método más utilizado para adherir el teflón a otro tipo de materiales.

Aunque es muy conocido por el recubrimiento que acabamos de explicar, lo cierto es que el teflón se usa en muchas otras cosas: aislamiento de cables de comunicación de datos, en ropas y tapicerías (para repeler agua y manchas), en revestimientos de aviones, cohetes, naves espaciales, en prótesis, en componentes electrónicos, pinturas, etc.

Tomado de:

Museo de la Ciencia

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