Domingo, 21 de marzo de 2010
Cambio climático: mensaje en 12.000 botellas
El Plastiki está hecho de 12.000 botellas de plástico y partió este fin de semana desde San Francisco, Estados Unidos, rumbo a Australia, con el propósito de aumentar la conciencia sobre la contaminación de los océanos.
El Plastiki
El Plastiki es un barco de vela creado por David de Rothchild a partir de materiales reciclados y completamente ecológico. Su casco, de 18 metros de longitud, está construido a base de planchas de plástico reciclado el cual flota gracias a un montón de botellas de plástico de dos litros pegadas a el mismo (rellenas de hielo seco para mejorar y equilibrar la flotabilidad de la embarcación). Pero hay más. Este barco de vela tan especial también incorpora una turbina de viento, paneles solares y una bicicleta “retocada” para generar la electricidad necesaria, un inodoro de compostaje y hasta tiene su propio jardín (que se espera no aguante mucho en pie debido a las altas concentraciones de salinidad).
Estupendo, pero ¿y todo esto para qué? Obviamente para lo que se hacen los barcos, navegar. La idea es cruzar nada más y nada menos que el Océano Pacífico (cuatro tripulantes irán en el Plastiki), lo que esperan conseguir en 100 días, para probar nuevos materiales y el viaje/aventura también tiene por objetivo concienciar sobre el serio problema de la contaminación de nuestros océanos que cada vez acumulan más residuos plásticos.
La tripulación del Plastiki
En la proa tenemos a David de Rothschild, el vástago ecologista y aventurero de la famosa familia de banqueros, arropado por Olav Heyerdhal, nieto del legendario Thor Heyerdhal, el explorador del Kon-Tiki. La capitana es una mujer, Joy Royle, curtida en los mares del Sur y asistida por uno de los mayores expertos en navegación en catamarán, David Thompson. Cien días tienen por delante los cuatro intrépidos marineros, que confían en poder llegar a Sydney, con el permiso de los “sargazos” de plástico que se encontrarán por el camino... “
La tripulación está encabezada por un ambientalista millonario británico.
Bautizado con un nombre que le hace honor a su material, el Plastiki es un catamarán que se mueve a fuerza de energía solar, viento y turbinas marinas. Bicicletas especiales son la fuente energética de los computadores personales, hay un baño ecológico y jardineras para cultivar frutas y verduras.
Si todo sale bien, durante tres meses el bote recorrerá 20.000 kilómetros llamando la atención sobre la gran cantidad de desechos que flotan en los mares del mundo, matando a miles de aves y especies marinas que los confunden con alimentos.
Uno de los puntos clave de la travesía es el paso por la llamada "isla de la basura" o el "parche de basura del Pacífico Norte", formada por más de seis millones de toneladas de plástico, que flota a la deriva entre California y Japón.
¿Y si falla?
Las botellas que dan forma al Plastiki están llenas con dióxido de carbono para hacerlo más durable y resistente.
Pero los criticos del proyecto aseguran que si tienen problemas y el bote se desintegra dejará miles de botellas plásticas esparcidas en el mar.
Además argumentan que sólo servirá para perpetuar la creencia de que usar plástico está bien, siempre y cuando se recicle, en lugar de fomentar la postura más radical de eliminarlo por completo.
La tripulación del Plastiki, encabezada por el millonario ambientalista británico David De Rothschild, desestima las críticas. "Llegó la hora de ganarle a la basura", dijo el ambientalista en una entrevista con la BBC.
"Este es un tema poco visible que, sin embargo, causa mucho daño y tiene que ser enfrentado", agregó De Rothschild, quien relató que para crear el Plastiki se inspiró en la expedición del Kon Tiki, en la que un grupo de científicos liderados por el noruego Thor Heyerdahl navegó a través del Pacífico en una balsa de madera.
Fuentes:
BBC Ciencia & Tecnología
El Mundo Blogs
ALT 140
Vea también:
Web Oficial del Plastiki
National Geographic Adventure