Sábado, 27 de febrero de 2010
Un dispositivo permitirá escuchar a células, partículas y bacterias
Basado en la misma técnica láser de las llamadas pinzas ópticas, el llamado “micro-oido” tendrá aplicaciones médicas
Un equipo de investigadores del Reino Unido está desarrollando un dispositivo que permitirá conocer los sonidos del mundo a escala microscópica. Saber cómo suenan las bacterias al moverse o las partículas microscópicas suspendidas en un líquido (como el polen dentro de una gota de agua) serán algunas de sus posibilidades. Asimismo, el llamado micro-ear (micro-oído) permitirá escuchar cómo se desplazan las bacterias por la sangre y, por tanto, desarrollar medicamentos que detengan su expansión por el organismo.
Este dispositivo, bautizado como micro-ear (micro-oído) será como una especie de microscopio pero a nivel auditivo, y permitirá a los científicos escuchar los sonidos que hacen las células y las bacterias cuando se mueven, por ejemplo.
Gracias a él, también podrán oírse otros eventos ocurridos a micro-escala, como la interacción de los medicamentos con los microorganismos, informa la revista Physorg.
Micrófono ultrasensible
El micro-ear está basado en la misma técnica láser de las llamadas pinzas ópticas. Estas pinzas usan partículas cargadas eléctricamente y suspendidas en un rayo láser para suministrar una fuerza atractiva o repulsiva, con la que se sostienen y mueven físicamente objetos microscópicos.
Según Jon Cooper, director del proyecto micro-ear e investigador de la Universidad de Glasgow, la técnica de las pinzas ópticas, que permite una sensibilidad extrema, ha sido aplicada al micro-ear, para dar lugar a un micrófono ultrasensible.
La diferencia entre ambos dispositivos radicaría en que, en el caso del concepto del micro-ear se reúnen varios rayos de luz láser –en lugar de uno sólo-, que se disponen en anillo para rodear y captar objetos diminutos.
El sonido emitido por dichos objetos hace que las cuentas suspendidas en la luz de los rayos vibren. Estas vibraciones pueden ser medidas por una cámara de alta velocidad. De este modo, a través de las mediciones registradas, se conoce el sonido de los objetos.
Escuchar el movimiento browniano
Los científicos han usado ya el micro-ear para escuchar el movimiento browniano de partículas microscópicas.
Este tipo de movimiento es el que se produce cuando algunas partículas microscópicas se encuentran en un medio fluido como, por ejemplo, las partículas de polen contenidas dentro de una gota de agua.
Según explican los científicos en otro artículo publicado por la Universidad de Glasgow, el principal desafío para escuchar estos movimientos a microescala radicó en distinguir las señales reales derivadas de la dinámica de las partículas, del ruido de fondo de los entornos microscópicos.
La clave para superar este escollo, consistió en emplear las cámaras de alta velocidad para medir la posición de muchas partículas simultáneamente.
Así, más que la señal procedente de una de las partículas, fue el movimiento interrelacionado de las partículas entre sí lo que captaron los sensores, distinguiéndolo del ruido de fondo.
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