Jueves, 21 de enero de 2010La fauna llegó a Madagascar en balsas naturales
Según estudio en 'Nature'
Madagascar
Madagascar, oficialmente República de Madagascar, es una nación insular situada en el Océano Índico, frente la costa sudeste del continente africano, a la altura de Mozambique. Además es la isla más grande de África y la cuarta más grande del mundo. Está separada del continente africano por el canal de Mozambique.
Hay que destacar que antiguamente la isla se encontraba unida al continente africano, del cual se separó, lo que ha hecho que el aislamiento originado a raíz de la separación sea la causa de la conservación en su territorio de multitud de especies únicas en el mundo. Así, alberga el 58% de las especies de animales y plantas del mundo (del cual más del 80% son endémicas de Madagascar). De las más notables son los lemures que son una infraorden de primates, el fossa carnívoro, tres familias endémicas de aves y seis especies endémicas de baobabs. En efecto, se encuentra dentro de la lista de países megadiversos.
El gentilicio de Madagascar es malgache (no madagascarense), y el idioma nacional es el malgache, aunque también se habla el francés y el inglés. Capital: Antananarivo (1 400 000 habotantes. Población total: 17 500 000 habitantes.
Lémures, una especie endémica de Madagascar. |AP
- Las corrientes oceánicas del pasado la arrastraron hacia la isla
- Los investigadores creen que los animales viajaban en hibernación
El modo en el que mamíferos como los lémures, los zorros o las mangostas rayadas llegaron a la isla de Madagascar siempre ha sido un misterio, dado que este pedazo de tierra se desprendió del continente africano hace más de 120 millones de años. Dos investigadores de las universidades de Purdue (en Indiana, EEUU) y de Hong Kong están convencidos de que lo hicieron a bordo de balsas naturales que les llevaron mar adentro.
Matthew Huber y Jason Ali han llegado a esta conclusión, que publican esta semana en 'Nature', mediante una simulación informática sobre cómo debieron ser las corrientes oceánicas en el Canal de Mozambique en el pasado, las mismas que les dirigieron hasta la gran isla en poco tiempo, dado que debieron ayunar durante el viaje.
La teoría de la fauna marinera no es nueva. Desde 1915 ha sido planteada por los científicos, aunque hay otros que piensan que los animales llegaron a Madagascar por un puente de tierra que la unía con el continente y que después desapareció.
El hecho de que primates, roedores y otras especies fueron a bordo de ramas de árboles o matas de vegetación, implica que hicieron el largo viaje en un estado de hibernación en el que gastaban poca energía, como los osos en invierno.
Pruebas físicas
Los investigadores se apoyan en un trabajo publicado en 1940, por el paleontólogo George Gaylord Simpson, que pensaba que la colonización se produjo en un largo periodo geológico. Una vez que los 'nómadas' llegaban al nuevo mundo, la cuarta isla más grande del planeta, sus descendientes evolucionaron de formas distintas, algunas muy extrañas. "Ahora hemos probado que el argumento de Simpson es creíble desde el punto de vista físico", señala Huber.
Madagascar se encuentra a unos 460 kilómetros de distancia de Mozambique, en la costa este africana. Su aislamiento y la gran variedad de su terreno (hoy prácticamente deforestado) lo ha convertido en un laboratorio vivo muy apreciado por los investigadores para estudiar el impacto de la geografía en los procesos evolutivos.
De hecho, tiene el mayor número de especies endémicas (únicas), después de Australia. Sólo de lémures hay más de 70 distintas y el 90% del resto de los mamíferos, anfibios y reptiles son únicos en sus 587.000 kilómetros cuadrados.
Se sabe que la población animal llegó mucho después de la separación, hace unos 65 millones de años, pero la teoría de las balsas siempre ha sido muy debatida porque las actuales corrientes y vientos predominantes en la zona llevan hacia el sudoeste, lejos de la isla.
También se sabe que allí no hay grandes animales, como jirafas o elefantes, sino especies pequeñas, como lémures, roedores o mangostas que aparecieron en ocasionales oleadas de inmigración más que en una llegada paulatina y mezclada.
Ali observó que la tectónica de placas hacía muy difícil que hubiera habido un puente de tierra, pero que las corrientes superficiales podían haber cambiado. Por ello contactó con Huber, un paleoclimatólogo de la Universidad de Purdue experto en corrientes oceánicas. Huber es capaz de saber cómo eran éstas cuando el planeta era mucho más caliente.
El profesor podía demostrar que hace entre 20 millones y 60 millones de años, cuando los científicos han determinado a los antepasados de animales actuales llegaron a Madagascar, las corrientes fluyeron hacia la isla. Su modelo demostró que, además, eran lo suficientemente fuertes como para que la fauna llegara antes de morir de sed y hambre. Si, además, iban entumecidos o hibernación, las posibilidades eran mayores.
Su ordenador incluso señaló las áreas de ciclones tropicales, capaces de arrastrar árboles al océano. "Todas las pruebas indican que el océano pudo llevar balsas con animales hasta Madagascar en el Eoceno", apuntan los autores.
Ali cree que el estudio también ayudará a entender el movimiento de especies animales en otras partes del planeta en un momento en el que las masas continentales iban a la deriva.
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