Jueves, 05 de noviembre de 2009
Se aleja la posibilidad de un acuerdo en Copenhague
¿Qué es Copenhague 2009?
La XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático se celebrará en Copenhague del 7 al 18 de diciembre de 2009. Esta conferencia es organizada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que organiza conferencias anuales desde 1995. La meta es preparar futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo de Kioto, que termina en 2012.
PreparaciónEl ciclo de negociaciones para preparar la cumbre de Copenhague se iniciaron con la XIII Conferencia de la ONU sobre Cambio Climato en Bali, del 3 al 15 de diciembre de 2007.[1] Otras sesiones se celebraron del 31 de marzo al 4 de abril de 2008 en Bangkok (Tailandia)[2] y del 2 al 13 de junio de 2008 en Bonn (Alemania).[3] Una tercera conferencia sobre el clima tuvo lugar en Accra (Ghana).[4] [5] La reunion, donde más de 1.600 participantes de 160 países estaban presentes, tuvo lugar del 21 al 27 de agosto de 2008. El objetivo de este ciclo de negociaciones, organizado por la ONU, fue preparar los futuros objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La XIV Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU se inició el 1 de diciembre de 2008 en Poznan (Polonia).[6] [7] [8] 12 000 delegados de 190 países han adoptado una "hoja de ruta" para preparar la conferencia de Copenhague.[9]
Activistas de Greenpeace han simulado una tormenta a la entrada de la reunión. | Greenpeace.
- EEUU depende de una ley que debe ser aprobada en el Senado
- La UE reducirá un 30% sus emisiones si hay acuerdo en Copenhague
- El G-77 boicoteó las negociaciones hasta que se acordó incrementar las conversaciones sobre reducción de emisiones de los países ricos
A poco más de un mes y medio para la conferencia de Copenhague sobre cambio climático, que debería servir para fijar el panorama post-Kioto, cada vez son más los indicios de que de la capital danesa no saldrá ese gran acuerdo ambicioso y claro, que permita combatir el calentamiento de la Tierra.
La cumbre preparatoria que se celebra estos días en Barcelona, con la presencia de 4.000 delegados de 180 países, está sirviendo para comprobar que los dos años que los Estados se dieron en 2007 en la conferencia de Bali para llegar a Copenhague con los deberes hechos no han sido suficientes.
Especialmente para algunos países, como EE.UU., cuyos propósitos de reducción de gases, para el periodo 2012-2020 -a pesar del giro político dado por la nueva administración Obama con respecto a la era Bush- todavía no se conocen, y dependerán de una ley que debe aprobar el Senado de este país.
La UE que llegó a Barcelona con un flamante compromiso de reducir un 30% sus emisiones de CO2 en 2020 (con respecto a las de 1990) si finalmente había acuerdo en Copenhague, ha insistido en que todavía hay tiempo para lograr un tratado jurídicamente vinculante, aunque han reconocido -tanto la representante española, Alicia Montalvo, como el negociador de la Comisión, Artur Runge-Metzger-, que hay muchas voces que opinan lo contrario.
La situación de desánimo en Barcelona comienza a ser evidente entre algunas delegaciones. Los representantes de varias naciones africanas encuadradas dentro del grupo G-77 (que engloba también a países emergentes como Brasil o China) llevaron a cabo un boicot el miércoles al paralizar las negociaciones hasta que no hubiera un compromiso para incrementar las conversaciones sobre reducción de emisiones por parte de los países ricos, algo que finalmente consiguieron.
Bloque africanoPara varios observadores en la cumbre, consultados por Efe, la postura del G-77 ha servido -además de para mostrar su descontento por la poca capacidad de acción que tienen algunas delegaciones-, para advertir de cuál puede ser la actitud del bloque africano en Copenhague si los países industrializados no llevan propuestas de reducción ambiciosas.
El responsable de la ONU en la lucha contra el cambio climático, Yvo de Boer, ha querido lanzar un mensaje de optimismo al asegurar que EE.UU. se implicará en la lucha contra el cambio climático y llegará a Copenhague con propuestas concretas.
El presidente del grupo G-77, Lumumba Stanislaus, ha advertido que si no se logra el acuerdo en la capital danesa, los responsables serán los países industrializados, a quienes ha acusado de no tener sentido de la responsabilidad histórica y de haber dedicado mucho más dinero a combatir la crisis financiera que el cambio climático, "un problema mucho más catastrófico".
Las mismas fuentes consultadas apuntan que una salida para evitar que Copenhague pueda ser considerada como un fracaso tras dos años de negociaciones pasaría por no clausurar la conferencia oficialmente y continuar negociando, y lograr ese acuerdo que según recalcan desde las principales organizaciones medioambientalistas ha de ser vinculante para que tenga efectividad.
"No podemos rendirnos antes de luchar la batalla, si los países no han hecho sus deberes aún les queda un mes para hacerlo, es una cuestión de voluntad política de negociación, entre la UE, EE.UU. y los países emergentes como China o Brasil", apuntan desde la organización WWF.
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