Miércoles, 21 de octubre de 2009
Centenarios con un cuerpo de 50 años
- Investigan una técnica que evita el rechazo de órganos y materiales trasplantados
- El proyecto cuenta con un presupuesto de casi 55 millones de euros
MADRID.- Cien años de vida encerrados en un cuerpo que se detuvo en el medio siglo. Parar el reloj en los 50 años, detener el deterioro propio del envejecimiento es lo que se proponen los científicos del Instituto de Ingeniería Médica y Biológica (iMBE) de la Universidad de Leeds (Reino Unido). ¿Cómo lograr esta 'eterna' juventud física? Pues con el desarrollo de una tecnología que permite limpiar los órganos donados de cualquier rastro del donante e implantarlo en un individuo que lo regenera con sus propios tejidos, evitando así cualquier posibilidad de rechazo.
Según han anunciado los investigadores en el Reino Unido, para este programa, que se desarrollará a lo largo de cinco años, cuentan con un presupuesto de 50 millones de libras (alrededor de 55 millones de euros). "La idea es encontrar soluciones de ingeniería biomédica para los males propios de la edad, como el daño en las articulaciones o los problemas coronarios", explica John Fisher, coordinador del proyecto, en el diario 'The Times'.
Nuevas caderas, rodillas y válvulas cardiacas que duren para siempre y no causen problemas son los primeros objetivos de este ambicioso proyecto, aunque los científicos señalan que se puede extender casi para cualquier parte del cuerpo. En lugar de los 20 años como máximo que duran en la actualidad las prótesis de cadera, el equipo del iMBE señala que con su técnica estas prótesis podrían aguantar toda la vida. El objetivo es proporcionar 50 años más de actividad a quienes ya han superado la cincuentena.
La tecnología se ha probado, con resultados bastante esperanzadores, en el caso de las válvulas cardiacas. El proceso es el siguiente. Se extrae una válvula del corazón de un donante sano o de un animal compatible, como el cerdo, y se somete a un proceso de lavado con un cóctel de enzimas y detergentes especiales. De esta forma, se elimina todo rastro de ADN y de células vivas del donante para que el individuo que va a recibir el órgano no pueda rechazarlo. Lo que queda es la estructura de la válvula, que funciona en cuanto se implanta en el nuevo cuerpo y es el propio organismo del receptor el que hace el resto. Sus propias células van colonizando el nuevo órgano hasta que llega un momento en que parece propio.
Los ensayos con animales y con 40 pacientes de Brasil han mostrado que la técnica puede ser eficaz, ya que cuatro años después de haber recibido las válvulas mediante este procedimiento no han desarrollado ninguna complicación.
Cada vez más longevos
"Esta tecnología 'acelular' podría utilizarse para crear otras estructuras que no necesitarían pasar por el complejo proceso de licencias que ahora se requiere para la utilización de tejidos vivos y tiene un gran potencial para crear nuevos cartílagos y piel para los pacientes que han sufrido quemaduras", señala al diario británico Eileen Ingham, del departamento de Inmunología de Leeds.
El equipo espera que estos implantes sean una realidad para el año 2015. No obstante, matizan que llevará entre 30 y 50 años poder usar el proceso en todos los tejidos.
Asimismo, el proyecto cobra especial relevancia ahora que se sabe que la mitad de los niños nacidos en el año 2000 en los países ricos podrán alcanzar los 100 años sin muchas complicaciones, según anunciaba una reciente investigación publicada en la revista 'The Lancet'.
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