Debido al reciente estreno en cines de la nueva película de la saga de Star Wars, The Clone Wars (no sé por qué no han traducido el título), nos han deleitado en la tele con todas las películas anteriores. Ello me ha recordado una cosilla que siempre me llamó la atención de El Imperio Contraataca (la segunda peli, el quinto episodio): el interior del gusano gigante que habita en el asteroide.
Recordemos un poco lo que ocurre: El Halcón Milenario se interna en un campo de asteroides (muy denso, por cierto, nada que ver con el dispersísimo cinturón que tenemos por aquí cerca) perseguido por unos cazas imperiales. Tras unas escaramuzas, Han Solo decide esconder la nave en el interior de un crater, de un asteroide bastante grande. Más adelante, descubren que hay algo extraño en el exterior. Salen a investigar con unas máscaras de oxígeno, y resulta que el interior del crater se mueve. Vuelven a bordo del Halcón, y despegan, para descubrir que en realidad estaban en el interior de un gigantesco gusano que habitaba en el crater del asteroide. Tan grande que el Halcón Milenario puede pasar entre sus colmillos.
No, no voy a reflexionar sobre el gusano en sí, o cómo vive y se alimenta (comerá roca, imagino, porque otra cosa no tiene a mano), sino de algo que incluso en el universo fantástico de Star Wars, no tiene mucho sentido. Los protagonistas salen al exterior equipados únicamente con una máscarilla de oxígeno, con su ropa normal. No usan ningún tipo de traje presurizado. Pero en el espacio, el problema de sobrevivir a la intemperie, no es únicamente la ausencia de oxígeno, sino la ausencia de presión.
Un asteroide no tiene atmósfera, por un motivo muy simple: su escasa gravedad. Las atmósferas planetarias son retenidas por la gravedad del planeta en cuestión, y un asteroide, por muy grande que sea, simplemente no puede tener atmósfera. Incluso nuestra luna, que no está mal de tamaño y masa (suficiente para ser esférica), prácticamente carece de ella. En estas condiciones, una máscara de oxígeno no nos serviría de nada. Moriríamos por la ausencia de presión exterior.
Alguien podría argumentar que dado que no estaban realmente en expuestos al exterior, sino dentro de un gusano gigante, tal vez el bicho tuviera gases dentro, y la suficiente presión «atmosférica». Pero la cuestión es que ellos pesnaban que estaban simplemente en un crater, y salieron casi a pecho descubierto (sobre todo Chewbacca).
Otro detalle importante es el relativo a la gravedad y la orientación arriba-abajo. Por un lado, en un asteroide no hay la suficiente gravedad como para que unas personas caminen tranquilamente. Un simple paso mal dado, podría hacer que nos separáramos del suelo durante un buen rato. Además, tanto al entrar como al salir del crater, vemos que éste es claramente vertical. Sin embargo, mientras el Halcón está posado y los protas caminan por el tunel (el estómago del gusano, más bien), éste parece horizontal, de forma que lo que para ellos es el suelo, en realidad es una pared. Dentro del Halcón no hay problema, ya que se supone que las naves tienen algún sistema de gravedad artificial. Pero una vez salen al exterior, ya no hay excusa.
Y sí, ya sé que la saga es más fantasía que ciencia ficción. Y por eso nunca me veréis escribir sobre la Fuerza, o las espadas de luz, o la enorme energía que dene tener el laser de la Estrella de la Muerte. Pero hay leyes físicas que son universales. Y la gravedad es una de ellas.
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