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19 de marzo de 2007

Ya saben como mitigarlos desbordes del Salado
Crean modelo matemático para predecir crecidas y sequías
19/03/2007

La UTN ideó para el gobierno provincial un modelo matemático e hidrológico que ayuda a contrarrestar los efectos de las crecidas y sequías en la Cuenca del Río Salado, una zona que genera la tercera parte de la producción total de granos y carne de la Argentina

Una vez más la investigación universitaria acerca soluciones para los problemas ambientales de la Argentina. Ahora un equipo de especialistas de la

Universidad Tecnológica Nacional (UTN) dio a conocer un modelo matemático e hidrológico que apunta a mitigar los efectos de las inundaciones y sequías en la Cuenca del río Salado, un área que abarca casi la mitad de la provincia de Buenos Aires.

Esta nueva solución que encontraron ingenieros de la Facultad Regional Avellaneda, a pedido del ministerio de Asuntos de Asuntos Agrarios bonaerense, acerca las claves para ejecutar en forma eficiente la planificación de obras sobre esta zona de unas 170 mil hectáreas y así evitar que sea afectada por desbordes y anomalías climáticas.

La idea es que con este modelo el Gobierno provincial pueda "disminuir la vulnerabilidad" de la región gracias a las herramientas científicas que dirán la mejor manera de encarar tareas de dragado del río, que de hecho ya comenzaron hace más de un año desde la desembocadura, en la Bahía de Samborombón.

La Cuenca del Salado es una zona estratégica para Buenos Aires: allí habitan más de un millón y medio de personas y en estas tierras deprimidas se genera entre el 25% y el 30% de la producción total nacional de carnes y granos, según dio a conocer un informe de la cartera liderada por el ministro Raúl Rivara.

De hecho, el propio funcionario presentó el modelo la semana pasada en la feria Expoagro que se realizó en Junín, donde nace el Salado. Con él estuvieron el director provincial de Saneamiento y Obras Hídricas, Daniel Corolli y los expertos de la UTN Avellaneda, Rubén Rodríguez, Pablo Bronstein y Ángel Menéndez.

Según expresó Rivara en el muestra más importante del campo, este método permitirá que las obras públicas eviten daños al sistema productivo al mismo tiempo que se garantizará la "generación de mejores condiciones para la inversión privada, al disminuir la vulnerabilidad regional, uno de los obstáculos que la limitan".

El nuevo aporte

El documento presentado resume doce meses de trabajo del equipo interdisciplinario en las áreas como hidrología, hidráulica aplicada, modelización matemática, ingeniería agronómica, climatología, recursos naturales y medio ambiente, información geográfica y hasta económica de la zona.

En este sentido la UTN planteó que la mitigación de los efectos de las inundaciones y las sequías en la provincia de Buenos Aires "no es de resolución sencilla, por cuanto las condiciones geomorfológicos del río Salado no lo hacen apto para transportar hacia el océano los excesos hídricos, especialmente en determinadas condiciones de saturación del subsuelo".

Al parecer, estos excesos potenciales alcanzarán su pico máximo, dice la UTN, cuando a los derrames extraordinarios originados en el noroeste se sumen los que podrían provenir de las provincias limítrofes y que llegan por escurrimiento libre y los de otras subcuencas que le entregarán sus aportes a lo largo de su curso, una vez construidas las obras de conducción proyectadas.

De esta manera, la universidad plantea que la capacidad natural de conducción del río tiene que ser ampliada a través de obras de dragado en el curso inferior del río, tal como ya realizó la dirección provincial de Saneamiento y Obras Hídricas, algo que los expertos calificaron como "la primera condición para la eficacia del sistema". Es decir que se empiece por la zona más crítica, donde la tierra es más baja.

Sin embargo, la UTN aseguró además que es necesario que las obras de dragado y canalización se efectúen hasta las mismas nacientes del río, de tal forma que se pueda cumplir estrictamente los protocolos ambientales internacionalmente aceptados.

Tal como dio a conocer la cartera de Rivara, "una vez garantizada la evacuación de los excedentes hídricos, puede enfocarse la planificación, la programación y la ejecución de las obras de mitigación de las inundaciones en las áreas productivas involucradas sobre bases firmes".

Por otro lado, se conoció que conjuntamente con las obras que se realizan para el manejo de las excedencias, se diseñan y construyen obras de control, que tienden a morigerar el efecto de las sequías y la evacuación de las aguas.

Aquí es donde juega su rol más destacado la modelación matemática ideada por la UTN, ya que integra, el clima, las condiciones de saturación del subsuelo, el tapiz vegetal de la tierra y la topografía regional, decisiva para proyectar la red de escurrimiento que habrá de ser construida en la búsqueda de desaguar al río Salado los excedentes hídricos.

Una pieza fundamental de este proceso lo constituye la elaboración del Modelo Digital del Terreno, lo que obliga a recurrir a la utilización del "radar satelital" que capta cuadrículas de 80 por 80 metros para establecer el "camino del agua" de forma secuencial y así diseñar al detalle la red óptima de escurrimiento.

Es decir que a partir de esta herramienta se podrá definir las pendientes, visualizar la morfología regional, los detalles de su relieve, los gradientes del terreno y, por cotejo con la simulación de su saturación, determinar con precisión los bajos.

Con el modelo digital del terreno y el examen de las inundaciones según la recurrencia de lluvias que aumentan las superficies anegadas se puede diseñar las obras que disminuyen la vulnerabilidad de las áreas productivas: la sistematización de cañadas, las obras de conducción y las de regulación.

Asimismo, se conoció que a la disminución del área afectada por las inundaciones se le agrega la posibilidad de determinar el tiempo en que permanecerá el agua, con lo cual la nueva modelización matemática-hidrológica genera un doble efecto.

Por último, la UTN preparó un plan de gestión de las obras, que contiene mecanismos de alarma, control y operación de la laguna de Mar Chiquita en función del monitoreo del estado hídrico de la cuenca, lo que permitirá anticipar sus consecuencias y poner en marcha la operación del sistema de obras.

Combinando el pronóstico de lluvias, la medición de la conducción de los canales y del estado de humedad de la cuenca y el porcentaje de áreas anegadas a través de información satelital, se ha establecido un sistema de señales que permite establecer anticipadamente las condiciones críticas. Este plan de contingencias posibilitará la operación, entre otras cosas, del sistema de compuertas.

Fuentes:

Universia.com

Campo Nova

Diario Hoy
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