13 de junio de 2012
Así se orienta un SmartPhone
7 de noviembre de 2011
El 'GPS' de los vikingos
Usaban piedras solares para orientarse y navegar.
Recorrieron miles de kilómetros a mar abierto sin brújulas y navegando bajo cielos cubiertos de nubes
El barco 'Icelander', una réplica de las embarcaciones vikingas. | Reuters.
- Los vikingos fueron excelentes navegantes aunque no tenían brujula
- Un estudio sugiere que usaban espato de Islandia para localizar el sol
- Se trata de una variedad de la calcita que abunda en Escandinavia
- Creen que estas piedras les ayudaban a orientarse en días nublados
Los vikingos fueron un pueblo tan temido como admirado. Ya en el siglo IX eran unos excelentes navegantes. A pesar de que no disponían de brújulas magnéticas y de que los cielos en Escandinavia estaban con frecuencia cubiertos de nubes, fueron capaces de recorrer miles de kilómetros mar abierto. La luz permanente durante los veranos tampoco les permitía utilizar las estrellas para navegar por lo que, a pesar de las nubes, el sol era su mejor referencia para orientarse.
Cómo lo lograban ha intrigado durante décadas a los científicos. Algunas leyendas hablaban del uso de unas piedras solares brillantes, aunque hasta ahora no se había podido demostrar cómo lo hacían. Un grupo internacional de investigadores propone una explicación sobre cómo podrían haber utilizado estas piedras en el último número 'Proceedings of the Royal Society A'.
Los investigadores, liderados por Guy Ropars, de la Universidad de Rennes, sostienen que los vikingos usaban una variedad de la calcita para calcular dónde se encontraba el sol aprovechando la polarización de la luz dispersada por las nubes. La piedra se conoce con el nombre de espato de Islandia y es una variedad transparente de la calcita que se encuentra con facilidad en los países del norte de Europa.
Un trozo de espato de Islandia. | Proceedings of the Royal Society A.
Las leyendas vikingas describen cómo durante los días nublados, con niebla o con nieve los tripulantes de los barcos utilizaban piedras solares para localizar el sol. A pesar de que no existen registros en los que se especifique de qué estaban compuestas estas piedras, algunos hallazgos arqueológicos sugirieron desde mediados del siglo pasado que podría tratarse de calcita.
Excelentes navegantes
Los vikingos lograron recorrer miles de kilómetros y navegar desde el territorio que hoy es Escandinavia hacia Groenlandia y América del Norte entre los siglos VIII y XI, en una época en la que la brújula magnética aún no había sido introducida en Europa.
La teoría del uso de piedras solares surgió por primera vez en los años sesenta. En 1967 el arqueólogo danés Thorkild Ramskou sugirió que los vikingos podrían haber utilizado un cristal polarizador conocido como espato de Islandia. El hallazgo de un trozo de calcita a bordo del barco Elizabethan, que se hundió en la isla de Alderney en 1592, dio credibilidad a esta teoría. En esta nueva investigación, los científicos han demostrado que con este tipo de cristal es posible determinar la posición del sol con precisión y con un margen de error de un grado, incluso al anochecer y en las condiciones meteorológicas más adversas.
Durante los últimos años se han publicado varios estudios que intentan demostrar que los vikingos utilizaban estas piedras para navegar. A principios de año, otra investigación firmada por científicos húngaros sobre la polarización de la luz aseguraba que era posible que estos cristales hubieran ayudado a los vikingos a orientarse.
Cuando navegaban bajo cielos cubiertos no podían ver el sol así que los científicos creen que los tripulantes sostenían un trozo de esta piedra, la proyectaban hacia el cielo y la giraban. Cuando localizaban un punto en el que el brillo aumentaba, determinaban una línea que indicaba dónde estaba el sol. Seguían navegando y repetían la operación más adelante, hasta conseguir establecer una zona en la que se encontraba el sol. Para no perder esa referencia, colocaban una antorcha en esa posición para que les guiara. De este modo el pueblo vikingo logró recorrer largas distancias y establecerse en zonas remotas, como América del Norte.
Fuente:
20 de octubre de 2011
7 maneras de encontrar el norte si estás perdido en el bosque
Ahí van un buen puñado de trucos para encontrar el norte, en plan boyscouts o Jóvenes castores. Algunos de estos trucos no funcionan especialmente bien en el denso follaje, en todas las condiciones meteorológicas, o en todas partes del mundo, pero en casi cualquier situación una de estas ideas puede funcionar. Tampoco es una lista exhaustiva, así que podéis contribuir si se os ocurre alguno más.
1. Buscar musgo. Por lo general crece orientado al norte (porque suele ser el más sombrío y húmedo.), o, al menos, crece más abundantemente allí, en la base de los árboles o las piedras. Las ramas de los árboles se desarrollan más en la parte sur.
2. Buscar telas de araña. Tienden a aparecer en el lado sur de los árboles.
3. Situar un palo en el suelo verticalmente. Marcar su sombra. Esperar un poco, y marcar el lugar donde está luego la sombra. La línea que va entre esos dos puntos va aproximadamente de este a oeste. A continuación, puedes ver, por la dirección del movimiento del sol, dónde está el norte.
4. Contemplar el sol, que se eleva (más o menos) en el este y se pone (más o menos) en el oeste. Sin embargo, la posición exacta del sol varía según la estación y la latitud, así que es un truco bastante inexacto.
5. En el hemisferio norte, si es de noche y el cielo está claro, por lo general puedes localizar la estrella Polar. La estrella está apuntando hacia el norte. Se encuentra entre dos constelaciones muy brillantes, que son Casiopea (con forma de W) y la Osa Mayor (con forma de carro, o cazuela).
6. Ten en cuenta la dirección en la que se mueven las nubes, que generalmente es de oeste a este. (Esto sólo puede proporcionar una idea aproximada a lo sumo, y no funciona en todas partes.)
7. Fabricar una brújula. Convertimos un alfiler en un imán frotando la aguja con el imán siempre en la misma dirección y sentido para obtener una buena imantación. Pinchamos la aguja en un trocito de porexpan para que flote y la colocamos en un recipiente con agua. También podemos colocar la aguja sobre papel higiénico aprovecahando la tensión superficial del agua para que la aguja flote una vez que el papel higiénico se haya hundido.
La aguja apunta al polo norte.
Vía | Sense List
Tomado de: