Peter Higgs en el CosmoCaixa de Barcelona. | Antonio Moreno
"No me gusta nada que al bosón se le llame la 'partícula de Dios' porque confunde a la gente, al mezclar ámbitos que no tienen relación alguna, como la ciencia y la teología".
Con esta contundencia ha respondido este martes Peter Higgs en
Barcelona, al ser preguntado por el apodo con el que se conoce
popularmente a la partícula que lleva su nombre.
"En realidad fue una broma que nadie debía haberse tomado en serio", ha dicho el físico, recalcando que es absurdo intentar derivar implicaciones metafísicas o religiosas de su trabajo, como algunos han pretendido en los últimos meses. "En realidad, el nombre que propuso el físico Leon Lederman para titular el libro que da origen a este apodo era 'la maldita partícula', porque todo el mundo pensaba que era imposible demostrar su existencia, pero a su editor no le gustó y se inventó lo de 'la partícula de Dios'", recordó el científico.
Higgs, catapultado a la fama mundial este año cuando el CERN anunció en julio el descubrimiento del bosón cuya existencia él postuló hace casi medio siglo, se encuentra de visita en España invitado por el Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) y el Museo CosmoCaixa de la ciudad condal, donde esta tarde impartirá una conferencia titulada Inventando una partícula elemental'.
La demostración de la existencia del bosón de Higgs, anunciada por los científicos del CERN con una probabilidad de acierto de más del 99.99%, es la pieza crucial que faltaba en el Modelo Estándar de Física para explicar por qué la materia tiene masa. Higgs propuso su existencia en un trabajo pionero publicado en 1964, y casi cinco décadas después, los experimentos realizados en el LHC, el mayor acelerador de partículas del mundo, le han dado la razón, convirtiéndole en un candidato firme para el premio Nobel.
En una rueda de prensa multitudinaria, el físico ha reconocido que el hallazgo del bosón en Ginebra le ha cambiado la vida, al colocarle delante de los focos de la prensa de manera abrumadora. "Es como una ola que a veces me supera", ha confesado Higgs, que a sus 83 años se ha convertido en el científico más mediático del planeta, con la excepción quizás de Stephen Hawking.
Fue el propio Hawking quien, poco después del anuncio del CERN, declaró que Higgs se merecía ganar el Nobel tras confirmarse la existencia de su bosón. Sin embargo, de momento este año la Academia Sueca no se lo ha concedido, quizás porque todavía falta la confirmación definitiva de algunos detalles del hallazgo.
"Obviamente soy consciente de la posibilidad de ganarlo, y en la Universidad de Edimburgo se organizó este año una especie de comité para planificar cómo reaccionar y gestionar la concesión del Nobel", ha reconocido Higgs. "Pero francamente, con toda la atención mediática que ya he tenido este año, casi prefiero tener un respiro", ha confesado el físico.
"En realidad fue una broma que nadie debía haberse tomado en serio", ha dicho el físico, recalcando que es absurdo intentar derivar implicaciones metafísicas o religiosas de su trabajo, como algunos han pretendido en los últimos meses. "En realidad, el nombre que propuso el físico Leon Lederman para titular el libro que da origen a este apodo era 'la maldita partícula', porque todo el mundo pensaba que era imposible demostrar su existencia, pero a su editor no le gustó y se inventó lo de 'la partícula de Dios'", recordó el científico.
Higgs, catapultado a la fama mundial este año cuando el CERN anunció en julio el descubrimiento del bosón cuya existencia él postuló hace casi medio siglo, se encuentra de visita en España invitado por el Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) y el Museo CosmoCaixa de la ciudad condal, donde esta tarde impartirá una conferencia titulada Inventando una partícula elemental'.
La demostración de la existencia del bosón de Higgs, anunciada por los científicos del CERN con una probabilidad de acierto de más del 99.99%, es la pieza crucial que faltaba en el Modelo Estándar de Física para explicar por qué la materia tiene masa. Higgs propuso su existencia en un trabajo pionero publicado en 1964, y casi cinco décadas después, los experimentos realizados en el LHC, el mayor acelerador de partículas del mundo, le han dado la razón, convirtiéndole en un candidato firme para el premio Nobel.
En una rueda de prensa multitudinaria, el físico ha reconocido que el hallazgo del bosón en Ginebra le ha cambiado la vida, al colocarle delante de los focos de la prensa de manera abrumadora. "Es como una ola que a veces me supera", ha confesado Higgs, que a sus 83 años se ha convertido en el científico más mediático del planeta, con la excepción quizás de Stephen Hawking.
Fue el propio Hawking quien, poco después del anuncio del CERN, declaró que Higgs se merecía ganar el Nobel tras confirmarse la existencia de su bosón. Sin embargo, de momento este año la Academia Sueca no se lo ha concedido, quizás porque todavía falta la confirmación definitiva de algunos detalles del hallazgo.
"Obviamente soy consciente de la posibilidad de ganarlo, y en la Universidad de Edimburgo se organizó este año una especie de comité para planificar cómo reaccionar y gestionar la concesión del Nobel", ha reconocido Higgs. "Pero francamente, con toda la atención mediática que ya he tenido este año, casi prefiero tener un respiro", ha confesado el físico.
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