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1 de octubre de 2018

En qué otros lugares de nuestro cuerpo tenemos neuronas (además del cerebro) y para qué sirven

La culpa de que pensemos que las neuronas están solo en nuestro cerebro es de un español. El científico y Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal que dibujó por primera estas células en nuestra cabeza.

Sus descubrimientos sobre el sistema nervioso central prevalecen a día de hoy y por eso se le considera el padre de la neurociencia moderna.

Pero el sistema nervioso es el más complejo y sofisticado de nuestro organismo y todavía está lleno de misterios para los científicos.


Sabemos que tiene tres funciones básicas: la sensitiva, la integradora y la motora.

La sensorial se da cuenta de los cambios internos y externos gracias a los llamados receptores, los órganos receptivos. Percibe, por ejemplo, los cambios de luz, de presión, el calor, el frío etc. 

La función integradora analiza toda la información de diferentes partes del sistema nervioso, la combina y así puede producir una respuesta adecuada. Por ejemplo, taparse si hace frío o destaparse si hace calor. 

También tiene la capacidad motora que provoca respuestas en los músculos y en las glándulas para que actúen o no, según sea necesario.

Para llevar a cabo estas funciones, el sistema nervioso cuenta con grupos de neuronas especializadas en distintas partes del cuerpo que no se restringen solo a nuestro seso.

Más allá de la cabeza

Este sistema se divide principalmente en dos: el central y el periférico.

El primero lo componen el cerebro, con hasta 86 mil millones de neuronas y la médula espinal, que conecta nuestro cerebro con el resto del cuerpo. Tanto uno como otra son grandes núcleos de neuronas que transmiten información desde y hacia el cerebro.

Pero hay otro gran cúmulo de neuronas en el sistema nervioso periférico, cuyo núcleo central es el ganglio que se encuentra dentro del sistema digestivo. Si no tuviéramos neuronas en esta parte de nuestro cuerpo, algo tan importante como procesar los alimentos que tomamos sería imposible.

Lo asegura el neurocientífico Calvin Chad Smith, del University College de Londres, en conversación con BBC Mundo.

"Las neuronas de nuestro sistema digestivo se encargan de contraer y relajar los músculos que mueven los alimentos a través de los órganos y también controla la secreción que ayuda a dividir la comida para que las células puedan obtener su alimento a través de la sangre".

Lea el artículo completo en: BBC Mundo 

3 de junio de 2012

Fascinante: Ratas paralíticas aprenden a caminar

ratas escalando

El experimento no es una cura para heridas en la médula espinal de seres humanos.

Un grupo de científicos en Suiza asegura haber restaurado la movilidad de ratas paralíticas por lesiones en su médula espinal al estimularlas con químicos y electricidad.

El estudio, publicado por la revista Science, explicó que las ratas podían incluso correr tras la estimulación de sus médulas.

Los expertos dijeron que era un estudio "excepcional" y que restaurar las funciones motrices después de una parálisis "no puede ser descartada más como un sueño imposible".

En 2011, un hombre de Oregón, Estados Unidos, fue capaz de ponerse de pie de nuevo a medida que su médula fue estimulada con electricidad. Rob Summers había quedado parapléjico después de que lo atropellara un auto.

Ahora, investigadores en el Instituto Federal Suizo de Tecnología dicen que las ratas fueron capaces de correr y subir escaleras tras ser estimuladas.

Estimulación y electricidad

La médula espinal de las ratas fue cortada en dos partes. Eso significa que la información no podía viajar del cerebro a las piernas, pero la médula seguía completa.

Los investigadores trataron luego de reparar el daño.

Inyectaron químicos en la médula para estimular los nervios en la espina dorsal y también estimularon la base de la médula con electricidad.

Los científicos dicen que estaban despertando el "cerebro espinal".

Eso, sin embargo, no fue suficiente para restaurar el movimiento. Con el apoyo de un arnés robótico, las ratas fueron capaces de caminar y hasta correr en la búsqueda de una recompensa comestible.

El investigador jefe, Gregoire Courtine, dijo: "con el tiempo el animal recupera la capacidad para realizar uno, dos pasos, luego correr de manera progresiva y eventualmente correr a toda velocidad, subir escaleras e incluso superar obstáculos".

Le dijo a la BBC: "Es completamente inesperada esta recuperación. Ellas caminan y suben escalones voluntariamente".

Los científicos mostraron que se estaban formando nuevos nervios a través de la herida y que había cambios en el cerebro.

Sin embargo, esta no es una cura para heridas en la médula espinal de seres humanos.

"Importante"

Reggie Edgerton, de la Universidad de California en Los Ángeles, fue parte del equipo que ayudó a que Rob Summers, el hombre de Oregón, se pusiera de nuevo de pie.

Rob Summers

Rob Summers: "Cuando me levanté, no podía dar crédito a lo que estaba viendo".

Le dijo a la BBC que el estudio es "importante" y que está quedando claro que la clave está en involucrar el cerebro. "Uno tiene que hacer que la rata quiera dar el paso. Demuestra la importancia del entrenamiento y la rehabilitación", dijo.

Todavía no está claro cómo ocurre esto. Edgerton especula que "estamos activando la médula espinal hasta niveles críticos", cerca del nivel en el que causaría movimiento y una pequeña señal del cerebro ocasiona el movimiento.

Bryce Vissel, del Instituto Garvan para la Investigación Médica en Sídney, Australia, dijo que está "emocionado" por la investigación.

"El mayor avance de este nuevo estudio es mostrar que es posible estimular casi toda la recuperación funcional en las ratas con una lesión profunda, utilizando una combinación de drogas terapéuticas inyectadas a la médula espinal, estimulación eléctrica de la médula y ayuda inicial para caminar".

"Estamos a punto de un avance verdaderamente profundo en la medicina moderna: la posibilidad de reparar la médula espinal después de una lesión".

Mark Bacon, el director de investigaciones en la organización benéfica Spinal Research, dijo: "Esta es una demostración fuerte de que la investigación médica está yendo en la dirección correcta".

"A pesar de toda la complejidad, el mensaje importante acá puede ser que nuestro enfoque estándar hacia la rehabilitación puede no estar aprovechando al máximo el potencial de restaurar las funciones si no ofrecemos una retroalimentación 'gratificante' a todas las partes del sistema nervioso, incluyendo el cerebro".

Sin embargo, el científico advirtió que lesiones "del mundo real" pueden ser más complejas.

Fuente:

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