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6 de diciembre de 2012

¿Dónde hay más confianza entre las personas? En los lugares donde las calles están más limpias

Cuando viajamos a un lugar remoto, o no tan remoto, enseguida nos damos cuenta de que en el lugar rezuma mayor o menor grado de confianza y civismo que en nuestro lugar de nacimiento.

A mí me pasó personalmente con mi primer viaje a Suiza: fueron tantos los ejemplos de confianza mutua que vi a mi alrededor (desde bicicletas sin cadena hasta huchas de dinero sin vigilancia de ningún perdidas en la montaña a fin de adquirir zumo de una mesa) que, en fin, llegué a pensar que los suizos eran programados de algún modo secreto desde el nacimiento.

Las razones que subyacen en un comportamiento más o menos agradable y confiado en una sociedad humana son difíciles de descifrar. Sin embargo, sí es posible saber dónde hay más confianza por norma general si descubrimos el efecto secundario de esa confianza: mayores ingresos económicos. 


Es decir, que cuanta más confianza haya entre las personas de una sociedad, más próspera será la misma. Ello no nos dice de dónde viene esa confianza, pero al menos podemos saber que existe de manera bastante irrefutable.


Según el experto Matt Ridley, en su libro El optimista racional, a propósito de la medición de confianza de una sociedad:
Esto puede ser medido con una combinación de cuestionarios y experimentos; dejar la cartera en la calle y observar si es devuelta, por ejemplo, o preguntar a las personas, en su lengua natal: “Por lo general, ¿dirías que se puede confiar en la mayoría de las personas, que hay que tener mucho cuidado cuando se trata con personas?
En función de estas medidas, puede afirmarse que Noruega es un país donde rebosa la confianza y la transparencia tanto a nivel político como a nivel social (el 65 % de los noruegos confían los unos en los otros), y Noruega es un país rico. Perú, por el contrario, es un país pobre, en comparación, y en él sólo el 5 % confían en el prójimo.

Paul Zak es más taxativo: “Un 15 % de incremento en la proporción de personas en un país que piensan que los demás son dignos de confianza incrementa el ingreso de cada persona en un 1 % anual cada año subsecuente”.

La razón, obviamente, no es que los noruegos sean mejores que los peruanos, sino que la sociedad noruega está mejor diseñada para generar sistemas de confianza que la sociedad peruana.
Los países más prósperos económicamente también reducen los efectos de la llamada teoría de las Ventanas Rotas, es decir, la que postula que en un lugar se producirán más comportamientos incívicos o ilegales por el simple hecho de que el mobiliario público esté más descuidado: ventanas rotas, papeles por el suelo, mala iluminación, suciedad, etc.

Para probar cuán importante es la conservación del mobiliario público, tres investigadores publicaron un experimento muy curioso en la revista Science. Escogieron un callejón de Groninga, en Holanda, un lugar a todas luces donde podemos confiar más en el prójimo y donde los ciudadanos se destacan por su civismo.
En ese callejón, la gente aparcaba la bicicleta y pegaba un flyer en el manillar. Más tarde, el usuario tenía que despegar el flyer antes de volver a montarse en la bici, pero los investigadores habían eliminado todas las papeleras, así que sólo cabía una de las siguientes dos opciones: o te llevabas el flyer a casa o lo tirabas al suelo.
El psicólogo Steven Pinker explica así el experimento en su libro Los ángeles que llevamos dentro:
Encima de las bicicletas había un visible letrero que prohibía las pintadas y un muro que los experimentadores habían llenado de grafitis (la situación experimental) o habían dejado intacto (la situación de control). Cuando los ciclistas estaban frente a los grafitis, el doble de ellos arrojaban el flyer al suelo (exactamente lo previsto por la teoría de las Ventanas Rotas). En otros estudios, las personas tiraban más basura cuando veían carritos de la compra no retornados y desparramados por ahí, o cuando oían trifulcas a lo lejos. No se producían sólo infracciones inofensivas como tirar basura.
Es decir, que un entorno ordenado fomenta un sentido de la responsabilidad debido no tanto a la disuasión (la policía de Groninga raramente multa a quienes arrojan basura) como a la señalización de una norma social: éste es el tipo de sitio donde la gente obedece las reglas.


Fuente:

Diario del Viajero
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