Todos alguna vez quisimos cavar un pozo hasta el centro de la Tierra.
Creo que yo estaba en tercer grado cuando con unos amigos tratamos de
cavar todo lo que pudimos. Nunca les comenté mi objetivo, pero tenía la
idea de que íbamos a llegar hasta el centro de la Tierra. En realidad
llegamos hasta unos dos metros, pero el fondo del pozo se llenaba de
agua.
Por supuesto, cavar hasta el centro de la Tierra era una tarea imposible para nosotros.
Para
poder llegar hasta el centro de la Tierra, mis amigos y yo tendríamos
que haber cavado a través de 6.378 km de roca, manto y hierro. La mayor
parte de este trayecto transcurriría con temperaturas tan elevadas como
para derretir la roca, llegando a unos 7 mil Kelvin en el centro.
Aproximadamente
los primeros 35 km tendríamos que cavar a través de la corteza exterior
de la Tierra. Si suponemos que hubiéramos podido verdaderamente
atravesar la roca sólida e impedir que el agua vuelva a cubrir nuestro
pozo súper profundo, es posible que pudiéramos progresar en la tarea.
Sin
embargo, la temperatura se eleva a medida que descendemos. Una de las
minas más profundas del mundo es TauTona, una mina de oro en Sudáfrica,
que alcanza unos meros 3,6 km de profundidad. Aun cuando esto es sólo
arañar la superficie de la Tierra, la temperatura en el fondo de TauTona
ya es de unos 55 °C.
Una vez perforada la corteza, llegamos al
manto terrestre. En este punto estaríamos ante unos 3 mil km de roca con
una temperatura tan elevada que la roca es líquida. Los volcanes son
los puntos de la Tierra donde el magma del manto se abre paso hasta la
superficie.
Cómo haríamos para cavar a través del manto, no tengo ni idea. Pero digamos que podríamos.
Entonces
nos abriríamos paso hasta el núcleo de la Tierra. Esta región se
extiende por otros 3.500 km y se compone casi totalmente de hierro, más
un poco de níquel y rastros de otros metales. Y su temperatura es
incluso aún más elevada que la del manto superior. Aquí es donde la
temperatura llega a los 7 mil Kelvin. Suponiendo que pudiéramos
agujerear el hierro y soportar el calor, entonces podríamos llegar al
centro de la Tierra.
Llegados a este punto habríamos viajado 6.378 km. Y después otros 6.378 km para llegar a la otra cara de la Tierra y visitar a nuestros amigos de la China.
Fuente: El Sofista