David Perkins, Profesor de Educación en Harvard, propone que los colegios enseñen a pensar como si fuera una asignatura más.
«Debería
advertirte sobre algo. Tengo la mala costumbre de pensar en las
preguntas antes de responder». La advertencia que, en tono distendido,
formula David Perkins, profesor senior de educación en Harvard
y experto en aprendizaje, comprensión y creatividad, suena a guiño
divertido a su área de especialización. Durante la charla, que
transcurrió durante el reciente congreso ICOT de pensamiento e innovación, celebrado en Bilbao, son varios los momentos en los que, por sus meditaciones silenciosas, queda claro que no bromeaba.
–El filósofo Robert Swartz asegura que el 90% de la gente no piensa bien. ¿Está de acuerdo?
–Es
difícil calcular un porcentaje. No hay dudas de que la gente tiene
muchos pensamientos buenos y muchos no tan buenos. Hay un amplio espacio
en la vida para ir en direcciones erróneas: decisiones personales,
posiciones políticas, relaciones humanas. La realidad es que el mundo es un lugar complejo.
Si miras cómo razona la gente sobre distintos temas, a menudo no lo
hacen muy bien. Están muy escorados, les falta perspectiva, una mirada
más profunda para pensar en sucesos dentro de 20 años o que afecten a la
próxima generación. ¿90%? Por qué no. No hay forma de dar una cifra
exacta.
–¿Por qué no pensamos mejor?
–Tenemos
que recordar que en muchas situaciones somos muy buenos pensadores.
Donde tenemos mucho conocimiento podemos pensar muy bien. Al mismo
tiempo,pensar es cognitivamente costoso.
Requiere tiempo, tenemos una capacidad limitada. Los pensamientos del
día a día suelen estar llenos de atajos. Funcionan bien el 90% del
tiempo pero nos parecen correctos el 99%. Tendemos a quedarnos atrapados
en ese 9% restante.
–Usted propone "hackear" nuestras mentes para pensar mejor.
–Podemos «hackear» nuestras mentes con
estrategias sencillas que mejoran las capacidades que ya tenemos. Es
fácil para la gente aprender a «hackear»: mirar el otro lado de un
asunto, contemplar otras opciones, pensar a largo plazo. Reglas muy
simples que redirigen nuestro pensamiento hacia áreas que podíamos haber pasado por alto.
–¿Por qué no lo hacemos más a menudo?
–Requiere
energía, no podemos hacerlo todo el tiempo. A veces estamos bloqueados
por prejuicios y por nuestro egocentrismo. A veces nos estancamos en algo porque es atractivoy
no queremos ver más allá, y apostamos por lo bajo: «No importa, aunque
cometa un error qué diferencia va a suponer». El truco consiste en
decidir mejor dónde invertir más pensamiento y esfuerzo. Ahí es donde
debes ser más inteligente.
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ABC (España)