Quizá Michael Phelps no haya oído nunca el
refrán español que dice que "quien no sirve para comer, no sirve para
trabajar”; sin embargo, lo cumple a rajatabla. El nadador
estadounidense, que superó a Mark Spitz consiguiendo ocho medallas en
Pekín (lleva 23 en total y Río 2016 solo acaba de empezar), se echa al
cuerpo 12.000 calorías todos los días, lo que equivale a 12 hamburguesas
con sus patatas, postre y refrescos correspondientes. Algo así como comrese dos pollos a la brasa enteros en un día (con sus cremas y gaseosas), para contextualizar a nuestra realidad peruana. Es decir, casi
cinco veces más de lo que consume una persona normal, que estaría en
torno a las 2.500 calorías. Pero para concretar lo que
comes tú –que te pasas el día en la oficina– y el campeón olímpico –que
entrena en torno a cinco horas diarias– hemos querido comparar ambos
menús, el tuyo y el suyo.
En colaboración con el Dr. Esteban Jódar,
jefe del servicio de endocrinología del Hospital Universitario Quirón
de Madrid, hemos confeccionado un menú para tu próximo día de oficina.
Para hacer la prueba y teniendo en cuenta que todos somos diferentes,
hemos elegido a un individuo estándar: hombre de 30
años, 75 kilos, que lleve una vida sedentaria y que consuma en un día
unas 2.250 calorías. Nos referimos al prototipo de joven con trabajo,
que vive de los tupper y, ¡ATENCIÓN!, hace las cinco comidas diarias recomendadas. Explicado esto, empecemos.
Tu menú (2.250 calorías)
Desayuno: leche con o sin café, una pieza de fruta y pan (50 gramos).
Media mañana: pan (60 gramos) y queso desnatado (30 gramos).
Comida: una ensalada, macarrones (50 gramos) con tomate (100 gramos) y carne picada (100 gramos), pan (40 gramos) y dos piezas de fruta.
Merienda: leche con o sin café y dos piezas de fruta.
Cena: sopa de pasta (50 gramos), merluzaa la plancha (150 gramos), Ensalada (150 gramos), pan (40 gramos) y dos piezas de fruta.
Antes de dormir: un vaso de leche.
Desayuno: tres sándwiches de huevo frito, queso,
tomate, lechuga, cebollas fritas y mayonesa; tres tortitas con
chocolate, una tortilla de cinco huevos, una tostada con azúcar y sémola
de maíz; y dos tazas de café.
Comida: pasta, dos sándwiches de jamón y queso con mayonesa en pan blanco; y bebidas energéticas.
Cena: otro plato de pasta con salsa carbonara, una pizza y bebidas energéticas.
¿Por qué Phelps puede y tú no?
Evidentemente los dos menús son orientativos. Ni Michael come todos los
días lo mismo ni tú tienes por qué seguir al pie de la letra el menú
que hemos confeccionado. Sin embargo, la respuesta a la pregunta que
planteamos es muy sencilla y razonable. “Uno de los factores que
diferencian el metabolismo de una persona y de otra es
el esfuerzo físico. Tú en una hora puedes consumir unas 500 calorías
jugando al tenis, pero también se puede llegar a las 1.000 calorías
gastadas, dependiendo de la intensidad. El hombre que está en la oficina
también gasta energía, evidentemente, pero no como Phelps, que entrena
de cinco a seis horas diarias. Por lo tanto, uno necesita más que otro",
explica el doctor Jódar. "Si Michael consumiera menos de 10.000 calorías, perdería peso,
porque no estaría en sus niveles. Todo depende del trabajo que
desempeñemos, por ejemplo un minero, por su actividad, necesitaría entre
7.000 y 8.000 calorías”.
Por otra parte, no es lo mismo alcanzar las 12.000 calorías comiendo hamburguesas
que haciéndolo de forma saludable: “La comida basura tiene mucha
densidad calórica, pero no es de calidad. Por eso la mayoría de los
profesionales las ingieren mediante arroz, pasta y filetes, llegándolos
a odiar. El deportista se tiene que preguntar cuánto necesito y qué voy
a tomar”. En definitiva, si quieres comer lo mismo que Phelps ya puedes ir dedicando seis horas a entrenar todos los días. Si no, lo de comerte 12 hamburguesas al día tendrá que esperar.
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