14 de diciembre de 2015
Robert Swartz: los exámenes prueban la memoria y no la inteligencia
El profesor emérito de la Universidad de
 Massachusetts (EEUU) Robert Swartz considera en una entrevista con Efe 
que el sistema de evaluaciones escolares puede probar puntualmente la 
memoria del alumnado, pero no muestra su inteligencia y creatividad y 
tampoco contribuye a su desarrollo.
Swartz, que participa en un seminario en
 el colegio Peleteiro de Santiago de Compostela sobre "Creatividad, 
pensamiento crítico e innovación en el currículum", opina que ese tipo 
de pruebas "suelen poner a prueba la memoria" de los alumnos, pero no 
sus capacidades, habilidades y conocimientos.
Advierte además de que a menudo se da la
 circunstancia de que el profesorado llega, incluso, a "preparar a los 
alumnos para las pruebas", mediante un método que consiste en repetir 
una serie de conocimientos aprendidos, para lo que es necesario que 
tengan que "repasar", y eso puede conllevar que olviden luego lo 
interiorizado para ese fin examinador y que, por ende, "el aprendizaje 
se vuelva un aburrimiento".
Filósofo y director del Centro Nacional 
para la Enseñanza del Pensamiento (NCTT, siglas en inglés), una especie 
de 'think-tank' o laboratorio de ideas para fomentar un aprendizaje más 
participativo y creativo de los alumnos, Swartz apunta que en Estados 
Unidos "los exámenes se han convertido en un negocio" para algunas 
empresas que son vendedoras de ese tipo de productos.
Indica así, con añoranza, que la 
iniciativa primigenia del programa internacional de evaluación de 
estudiantes, conocido como "PISA", estaba inicialmente diseñada por la 
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para 
contrastar los resultados en unos y otros países, y para mostrar "algo 
más que memoria".
Confiesa ser consciente de que eso ha 
suscitado muchas críticas en diversos países de los que ven que esos 
exámenes obvian, precisamente, muchas de las potencialidades de los 
alumnos. Sin embargo, estima que PISA es una herramienta indicativa para
 ver la evolución y los progresos, aunque considera conveniente un 
debate profundo sobre ese tipo de pruebas para "poder mejorarlas".
En cuanto al hecho de que los resultados
 en España figuren en algunos indicadores por debajo de la media de 
países de la OCDE, que incluye a los estados más desarrollados del 
planeta, señala que "hay que tomarse seriamente la manera en que se 
educa" a las generaciones futuras.
Swartz explica que hace medio siglo que 
visitó España como estudiante y tuvo la oportunidad de viajar a diversos
 puntos de la Península Ibérica, aunque nunca a Galicia, pero observa 
que en los últimos años, en los que ha regresado para impartir programas
 de formación dirigidos a profesores a cargo del NCTT, ha constatado que
 los educadores aseguran que el modelo actual "no está funcionando".
"Algunos me dicen incluso que es un 
fracaso completo", comenta el profesor estadounidense, que trata de 
persuadir de que el papel del docente sea más de "guía de aprendizaje" 
para "abrir la mente" a los alumnos e invitarlos a tener "capacidad 
crítica" y a descubrir por sí mismos.
Afirma este especialista que las 
tecnologías han permitido abrir nuevas ventanas al conocimiento y 
constituyen una "verdadera revolución", por lo que el papel del 
profesorado está cambiando y debe adecuarse también a proporcionar 
"referencias" para que los alumnos puedan distinguir por sí mismos, 
porque "deben ser conscientes de que en internet cualquiera puede poner 
lo que quiera".
"No se trata de censurar" sino de 
facilitar que esas nuevas tecnologías, que entrañan también "riesgos", 
puedan ser "herramientas útiles" que susciten el interés por el 
conocimiento, enfatiza. Swartz asegura que sus propuestas de 
aprendizaje, que impartirá en un taller junto a la profesora Carol 
McGuinness de la norirlandesa Queen's University, llevan a los alumnos a
 estar "más felices, más comprometidos y más interesados en sus tareas" 
y, asimismo, a tener "mejores resultados en los exámenes".
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