Gasolina a un diésel es peor. Al menos en cuanto al coste que tendrá la reparación. Según Francisco Javier Martos, director del departamento de Máquinas y Motores Térmicos de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Málaga: “La gasolina es menos lubricante, por lo que al echarle gasolina a un motor diésel se romperá la bomba de alta presión y el sistema de inyección. Averías ambas muy costosas. Por su parte, si echamos diésel a un motor de gasolina, se ensuciará el sistema de alimentación e inyección, lo que solo conllevaría el coste de limpiar todos estos sistemas”.
Sin embargo, para Juan José Coble Castro, profesor de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Nebrija: “Siempre depende de la cantidad de combustible equivocado que hayamos echado en el depósito y el tiempo que tengamos funcionando el motor sin darnos cuenta del error. Estas diferencias harán que hablemos de simple susto o de averías leves o graves según la situación”. Pero ¿qué notaremos al sufrir alguna de estas equivocaciones?
“Al echar gasóil a un vehículo de gasolina, el ratio de compresión que el motor ejerce sobre la mezcla no conseguiría su inflamación tras la emisión de la chispa por la bujía. De manera que, si el depósito estuviera completamente lleno de gasóil, el motor no arrancaría o arancaría e inmediatamente se pararía. Pero, como lo normal es que al repostar siempre quede algo de gasolina en el depósito, el motor arrancará y funcionará de forma aparentemente normal hasta que se pare. Para solucionarlo, será necesario drenar el depósito y limpiar todas las partes del motor y del circuito hasta que no quede ni rastro de gasóil. Además, en función del tiempo que haya estado funcionando con el combustible equivocado, también habrá que revisar el estado del catalizador y comprobar si se han saturado los compuestos parafínicos del gasóil, muy perniciosos para un motor de gasolina. De todas formas, es difícil que se produzca esta equivocación pues la boca de llenado en los coches de gasolina es más pequeña que la manguera de gasóil.
Por otra parte, si echáramos gasolina a un vehículo de gasóil los problemas que nos encontraremos dependerá de la cantidad de combustible equivocado que pongamos. Al llenar con gasolina un depósito de diésel el motor arrancará y funcionará con ciertas dificultades (tirones, petardeos) pero finalmente se parará. Si funciona mucho tiempo con gasolina, el motor diésel presentará varios fallos: se estropearán los inyectores, se producirán fallos en la bomba de inyección, etc. Será necesario parar cuanto antes, denar el depósito y limpiar todas las partes del motor donde quede gasolina. Sin embargo, si no se echa mucha cantidad de gasolina, no habrá mucho problema, ya que la mezcla se quemará sin más consecuencias. Incluso, el disolvente que lleva la gasolina ayudará a limpiar el motor diésel”, explica Coble Castro.
En definitiva, como dice Jesús Casanova, catedrático de motores térmicos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid: “En realidad es díficil decir cuál es peor de los dos ya que, en ambos casos, si se llena el depósito con el combustible equivocado, hay que vaciar el depósito y todos los conductos para poder volver a arrancar”.
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