Al inicio de un nuevo curso, un
buen profesor que se precie se esforzará por conocer a sus alumnos.
Además, durante los primeros días se centrará en asentar bien las normas
de funcionamiento y dejará claros los procedimientos de trabajo que
guiarán las clases. Pero un profesor excelente, además,querrá que sus
alumnos crezcan como tales y sean aprendices innovadores,
independientes y autónomos.
Por tanto, es importante que se adapten a
los nuevos compañeros, a la nueva aula, al nuevo profesor, a la
dinámica del centro y de la clase…, pero hay algo que sin duda es más
importante y que les beneficiará a lo largo de este curso y de los
siguientes: que aprendan a aprender por sí mismos.
Katrina Scharwtz, en el blog Mindshift, recoge las ideas que propuso el prestigioso profesor Alan November durante un “workshop” organizado por la International Society of Technology in Education,
y que para él son habilidades fundamentales que todo profesor en la
actualidad debería enseñar a sus alumnos a principio del curso escolar.
Alan November fue uno de los primeros
profesores en EEUU que comenzó a hablar de los nuevos retos de la
educación en la “era digital”, y que ha escrito varios libros al
respecto y ha dado multitud de conferencias. Uno de sus libros se llama “Who owns the learning?”,
y en él, de manera muy práctica, da métodos para pasar de un
aprendizaje centrado en el profesor a un aprendizaje centrado en el
alumno, uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la
educación en la era digital.
Aquí tenéis las 4 habilidades que él
considera imprescindibles y que todo profesor debería tratar que sus
alumnos aprendieran en los primeros días del curso:
«El meollo del asunto es encontrar la información adecuada para la pregunta correcta»
November
November
Los alumnos piensan que saben cómo
utilizar Internet para buscar y encontrar la información que necesitan,
pero November descubrió, a través de muchas entrevistas y visitas a las
escuelas, que –a menudo– los estudiantes no tienen ni idea de por qué
Google –o cualquier otro motor de búsqueda– funciona de la manera en que
lo hace. Y no saben cómo formular las preguntas adecuadas para obtener
las respuestas que buscan.
«Los alumnos –literalmente– toman las asignaciones (i.e.:
‘las enunciaciones de las tareas’) de sus maestros y las ponen en
Google», dijo November. «Ellos no entienden que Google no habla inglés,
ni cualquier otro idioma». El autor ha probado su teoría en el aula:
solicitó a un grupo de estudiantes de EE. UU. que buscaran información
sobre La crisis de los rehenes de Irán. Los
estudiantes, inevitablemente, buscaron en Google el evento y citaron las
primeras páginas que surgieron. Ahora bien, resultó que cada recurso
que fue citado por los alumnos había sido escrito desde el punto de
vista estadounidense; cuando, de hecho, se debía buscar información
sobre un evento que había afectado a dos países –a dos realidades– muy
diferentes.
«Sus alumnos no son meticulosos», dijo November a los cientos de educadores reunidos. «Ellos no ven lo que no ven, por lo que es muy importante que los maestros asuman el reto de hacer ver lo que falta». Aún más importante es que los estudiantes aprendan la sintaxis de la búsqueda. Para
encontrar fuentes iraníes los estudiantes deben escribir «site: ir» con
el fin de dirigir un motor de búsqueda para explorar esa parte de
Internet. Incluso el uso de ese truco no resuelve el problema, porque
los iraníes no llaman a ese evento «La crisis de rehenes de Irán», sino
que lo llaman «La conquista del nido de espías americanos».
«La conclusión a la que llego es que NO estamos inculcando disciplina ni rigor en el conocimiento de la gramática y la sintaxis de la herramienta que más van a utilizar –por encima de cualquier otra– para hacer la tarea»,
dijo November. Y aún peor, cuando preguntó a los niños sobre los tipos
de búsqueda que los maestros les mandan realizar, los estudiantes
dijeron que entre un 85 y un 90 por ciento de las respuestas se podrían
encontrar con una búsqueda rápida en Internet.
«Creo que deberíamos plantear problemas a los alumnos cuyas respuestas no pudiéramos consultar en Internet», dijo November. «O, si lo hacemos, debemos proveer a los estudiantes de la capacidad para hacerlo bien». Con La crisis de rehenes de Irán
como ejemplo, un maestro puede requerir que los estudiantes utilicen
fuentes de Irán, y podría pasar tiempo aportando ideas sobre las
preguntas correctas a poner en un motor de búsqueda para obtener mejor
información. Estas habilidades ayudarán a los estudiantes durante el resto del año escolar y deberían ser abordadas antes.
«En los primeros 5 días creo que deberíamos concentrarnos en habilidades de investigación de nivel muy alto», dijo November. Eso significa enseñar a los estudiantes la habilidad de realizar una «búsqueda avanzada (i.e.: ‘power search’ en el inglés original)» utilizando los operadores de Google; y las palabras adecuadas que definen cómo realizar las búsquedas de Google. «Muchos niños nunca han utilizado el avanzado sistema de algoritmos de Google», dijo November. Sin él, Internet es un vasto espacio con poca organización. November
ha comparado la búsqueda avanzada al Sistema Decimal Dewey en una
biblioteca –sin el sistema, la gente aparece vagando alrededor de un
edificio con la esperanza de encontrar el libro adecuado–.
CONTRIBUCIONES SIGNIFICATIVAS
Otro concepto importante a impartir
durante los primeros días en la escuela: «se pueden hacer contribuciones
significativas para el mundo, no importa la edad que se tenga», dijo
November. Describió MathTrain (i.e.:
‘Entrenamiento de Mates’), un sitio web creado por el profesor de
matemáticas de enseñanzas medias Eric Marcos. Marcos pide a sus
estudiantes que hagan tutoriales de matemáticas para que se ayuden unos a
otros y los publica en el sitio. Algunos de los tutoriales se han visto
más de 50.000 veces por personas de todo el mundo. Cuando los estudiantes aprenden que su trabajo puede tener impacto, no sólo se motivan más, sino que TRABAJAN MÁS DURO.
«Una audiencia global puede ser más motivadora que un profesor en el aula»
A los niños les encanta CONECTAR con otros niños, así que ¿por qué no darles la experiencia temprana en el año escolar y convertirla en un acontecimiento regular? «La
mayoría de los niños declara que, antes de acudir al maestro, van a
pedir ayuda a un amigo con algo que no entienden», dijo November. Así
que ¿por qué no dejar que los niños se enseñen unos a otros y ayudarles a ver que lo que están aprendiendo entre ellos puede –a su vez– ayudar a otros?
«Los mejores profesores eran los niños que realmente se habían esforzado con el material y realmente entendieron lo que había que hacer para aprender»,
dijo November. «A veces los maestros sufren por saber demasiado. El
material que enseñan es fácil para sí mismos y, en ocasiones, puede ser
difícil encontrar empatía hacia las dificultades del alumno. Los niños que se han esforzado con el material entienden los peligros del proceso de aprendizaje y, a menudo, pueden explicarlos de una manera que otros niños también los puedan entender».
PREGÚNTELES SOBRE SUS PASIONES
El año escolar, a menudo, está
fraccionado por tantas unidades de estudio, niveles a alcanzar y días
festivos, que los niños –rara vez–, se ponen a trabajar en un proyecto
prolongado durante mucho tiempo. November es un gran defensor de la idea
de dejar que los niños definan –y trabajen en– un proyecto con muy
pocos parámetros y carente de rúbricas, que deba presentarse a finales
del año.
«Ellos resisten porque tienen una gran ANSIEDAD por lo desconocido», dijo November. «Permanecen buscando la SEGURIDAD DEL EPÍGRAFE». Pero debemos insistir en dar a los estudiantes la oportunidad de generar un PROYECTO FUERTE, de tener la experiencia de definirlo y de decidir si es lo suficientemente bueno.
En una clase de ciencias de computación
que November impartió, la estudiante más pertinaz finalizó su proyecto
con la construcción de una base de datos masiva de recursos para
personas con discapacidad en su ciudad. Ella no pudo finalizar su
proyecto antes del fin del año académico, por lo que acudía al centro
escolar en verano para completar el trabajo.
«Esa es la diferencia que se produce cuando los estudiantes afrontan sus propios problemas con motivación intrínseca»
Se preocupan tanto que piden que el laboratorio de computación permanezca abierto durante el verano.
CONSTRUIR UNA ECOLOGÍA DEL APRENDIZAJE
«Una gran manera de enseñar a los estudiantes cómo aprender es mostrarles cómo los profesores aprenden y cuáles son sus fuentes»
November apuesta por diigo,
pero hay un montón de sitios que ayudan a la gente a organizar lo que
ha leído en línea y a compartir recursos. Para los maestros que están
mejorando activamente sus conocimientos en la materia que enseñan, ¿por qué no compartir esa biblioteca digital con los estudiantes y mostrarles a qué se parece el APRENDIZAJE PERMANENTE?
«Creo que los maestros deben demostrar cómo aprenden en los PRIMEROS 5 DÍAS», dijo November. «Normalmente demostramos lo que ya sabemos y hemos aprendido. Eso tiene que cambiar. Tenemos que enseñar a los estudiantes cómo APRENDER A APRENDER».
Una excelente manera de hacerlo consiste en acercarse a las REDES SOCIALES, una de las mejores maneras para que los profesores se CONECTEN profesionalmente y puedan encontrar ideas para promover su propio trabajo. Si Twitter
es una herramienta tan importante para los educadores, ¿por qué
esconderlo a los estudiantes que también quieren saber cómo conectar y
construir una red?
«Deberíamos enseñarles a seguir a las mejores mentes del mundo en lo que es su pasión», dijo November. Recuerda que había mostrado, a un niño interesado en convertirse en empresario, la página del Harvard Business Review Twitter. La
revista sigue a los «pesos pesados» en sus respectivos campos,
autoridades que son accesibles para los estudiantes –si saben cómo
encontrarlas– en modos que, antes de que apareciera Internet, nunca
hubo.
«Antes de que apareciera Internet había
dos cosas importantes a enseñar: los contenidos y las habilidades –como
la escritura–», dijo November.
«Ahora hay una tercera habilidad: la de construir mi propia red para el mundo»
Enseñar a los estudiantes a ver Twitter
como herramienta de búsqueda es una manera de ver lo que las mentes más
brillantes en una disciplina están pensando; y su lectura es similar a
enseñarles a hacer búsquedas avanzadas en Internet. Así, les estamos
proporcionando las herramientas para proseguir con su aprendizaje –aún
mucho tiempo después del examen–.
ALAN NOVEMBER
Es un líder internacional en TECNOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN. Comenzó
su carrera como profesor de oceanografía y consejero en una residencia
de estudiantes en una escuela reformatorio para chicos en una isla en
Boston Harbor. Mientras Alan desempeñaba la labor de profesor de
informática en Lexington, MA, fue –probablemente– el primer maestro en
el mundo en tener un proyecto estudiantil en línea en 1984, una base de
datos para minusválidos. Ha sido director de una escuela de secundaria
alternativa, coordinador de equipo, consultor de tecnología y profesor
universitario. Asimismo, ha asesorado a escuelas, gobiernos y líderes de
la industria para mejorar la calidad de la educación mediante la
tecnología.
Fuente: