La
pesca del tiburón por su aleta en el Oceáno Pacífico está causando una
seria reducción de la población en esta región del planeta.
La semana anterior,
representantes de 45 países del mundo y de 11 organizaciones se
reunieron en Londres para firmar un acuerdo en contra del tráfico ilegal
de vida silvestre en el planeta, un negocio que factura unos US$19.000
millones anuales solo en África.
Sin embargo, las conversaciones que tuvieron
lugar en el Zoológico de Londres, poco se refirieron a América Latina.
Durante tres días las conferencias y esfuerzos se encaminaron a
denunciar el exterminio de especies animales africanas.
"Es que en Sudamérica, por ejemplo,
no tenemos una especie carismática como el rinoceronte o el oso panda,
por eso nuestros problemas de tráfico de vida silvestre no son visibles
en el mundo", le dice a BBC Mundo Bernardo Ortiz-von Halle de la
organización Traffic.
Pero esa invisibilidad no significa que el
problema no sea enorme. Según datos entregados por la fundacion WWF, en
Brasil se genera el 10 por ciento de ese tráfico ilegal de vida
silvestre global, que está avaluado en unos US$10.000 millones.
"En Sudámerica estamos más afectados por las
especies exóticas y la extrema deforestación. No existe un control
estricto por parte de las autoridades para evitar que comercialice de
forma ilegal la fauna", explicó Ortiz.
Y añadió qué "al no existir un control, la
voracidad ha debilitado a muchas especies en la región. Cuando acabámos
con una especie, seguimos con la otra y así vamos arrasando con nuestros
animales".
BBC Mundo analiza el caso de cinco especies
de la fauna en América Latina que están siendo objeto de una intensa
caza y pesca ilegal.
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BBC Ciencia