El empleado postal Chris Newbergen reparte el correo frentándose a una temperatura de -25º en Minneapolis.
Efe
La ola de frío polar sigue causando estragos en Estados Unidos. Es como si el país hubiera entrado en estado de hibernación. Con temperaturas tan bajas como -51° en Montana, -42 en Minnesota o -22° en Iowa, los aviones no pudieron despegar en muchos estados porque el combustible se congeló, los trenes se quedaron atascados por la nieve que invadió los carriles y unos 180 millones de estadounidenses han visto sus vidas totalmente alteradas.
Aunque la precipitación de nieve disminuyó en la madrugada del martes, el frío se volvió más riguroso y congeló la nieve que tarda mucho en derretirse. En Montana, Iowa, Dakota del Norte, Illinois, Pensilvania y Wisconsin hay lugares donde la nieve alcanza los cuatro y cinco metros. Tras los más de 4.400 vuelos cancelados el lunes en el medio oeste y el noroeste del país, ayer por la tarde ocurrió lo mismo con otros 1.600. Al cierre de esta edición, en los principales aeropuertos del centro y este de Estados Unidos permanecían más de 22.000 pasajeros varados. La compañía JetBlue, por ejemplo, canceló todos sus vuelos de los aeropuertos de Nueva York y Boston. "Las temperaturas extremas están teniendo un impacto muy severo en las operaciones aéreas", declaró Andrea Huguely, portavoz del American Airlines Group.
Son muchos los incidentes que está provocando el temporal, como el de los 500 pasajeros de un tren que se dirigía de Nueva York a Chicago que pasaron la madrugada del martes varados en una campiña de Illinois porque una montaña de tres metros de nieve no les dejó avanzar. Fueron rescatados al amanecer por la Guardia Nacional. "Las montañas de nieve eran enormes. La nevada no dejaba a los conductores trabajar con los niveles de seguridad necesarios. Sencillamente, no podían avanzar", dijo el portavoz de la empresa Amtrak, Marc Magliari. Lo mismo sucedió con otros dos trenes que venían de lugares tan distantes como San Francisco y Los Ángeles, que quedaron detenidos a unos 24 kilómetros de Chicago.
Según el canal de televisión, Weather Channel, la tempestad de nieve inicial y la posterior congelación han sido provocadas por un vórtice polar, una especie de huracán ártico que normalmente se mantiene circulando alrededor del Polo Norte, pero que este año se desplazó sobre Canadá hasta cubrir casi todo Estados Unidos. Sus efectos se hacen sentir en todos los estados, incluyendo Florida, donde se han registrado temperaturas alrededor de los -4°, muy inusual para la temporada. "El vórtice ha logrado batir casi todos los récords históricos", subrayó el principal meteorólogo del canal, Jen Carfagna.
Lea el artículo completo en:
El Mundo (España)