- Bicarbonato.
- El corcho de una botella de vino.
- Una pajita de plástico.
- Servilletas de papel.
- Una botella de plástico pequeña.
- Vinagre.
- Hilo de coser.
- Una barrena o un berbiquí.

Procedimiento:
- Abrimos la servilleta de forma que quede una superficie cuadrada, echamos unas cucharadas de bicarbonato y la cerramos por los extremos, en forma de bolsa. Enrollamos fuertemente con el hilo hasta tenerla bien cerrada, dejando un pequeño trozo de hilo suelto.
- Cogemos la botella de plástico y la rellenamos con un poco de vinagre, como unas 5 cucharadas soperas.

- Metemos la bolsita de bicarbonato en la botella de forma que quede colgando del hilo y no toque el vinagre.
- Cerramos la botella con el corcho, asegurándonos de que el hilo quede pillado e introducimos la pajita.
Ya está todo listo. Para probar su funcionamiento, utilizaremos una vela.
Agitamos la botella mientras mantenemos el dedo en la salida de la pajita (para que no salga aire) y dejamos que se disuelvan el vinagre y el bicarbonato. Ya sólo queda proyectar el gas sobre la vela y observar cómo se apaga.
El extintor sólo se puede usar una vez y sólo sirve para apagar una vela u otro objeto con una llama similar.
Por último, deberéis tener cuidado al introducir la bolsita de bicarbonato ya que os puede ocurrir esto: