Partiendo
de la forma del cerebro y las reacciones del cuerpo, científicos
encontraron que las uñas en una pizarra es el quinto peor sonido en la
existencia, según un estudio publicado en el Journal of Neuroscience.
Si bien el típico
pizarrón de madera con pintura negra o verde ya no es común en estos
días, existen otros sonidos que resaltan por su terrible peculiaridad,
como el roce de un cuchillo en una botella de vidrio.
Siguiendo esta tónica,
existen otros sonidos de estructura similar, como el de un tenedor
tallando un plato o alguna superficie de similar composición; el gis en
una pizarra se colocó en la tercera posición; en la cuarta, una regla
en una botella, y en la quinta, como anteriormente se mencionó, el
desgarrador roce de uñas en una pizarra.
Los sonidos anteriores
tienen un común denominador: sus ondas sonoras oscilan entre los 2 mil y
5 mil Hz, rango en el que también están incluidos los gritos humanos.
Como bien señala el
Dr.Sukhbinder Kumar, ese rango es en el que nuestros oídos son más
sensibles, por lo que los resultados no fueron sorprendentes.
En el estudio, Kumar y
su colega Tim Griffiths reunieron a un grupo de voluntarios en el
Centro de Neuroimagen de la Universidad College, Londres. Ahí, los
participantes fueron sometidos a una serie de sonidos poco agradables
mientras su cerebro era monitoreado a través de resonancias magnéticas.
Los resultados mostraron que cuando peor era el sonido, el cerebro tuvo
respuesta en la corteza auditiva, justo en la amígdala, área que regula
las reacciones negativas –y el instinto de fuga o lucha, cargado de
adrenalina.
De los 74 sonidos que fueron estudiados, el que resultó más agradable para los participantes fue el murmullo del agua.
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