Los “Pingüinos de Madagascar” son una suerte de actualización
infantil del “Equipo A” de los 80. Un equipo de “pingüínos
militarizados” que en cada episodio cumplen misiones tan descabelladas
como entretenidas. Este equipo de cuatro pingüinos (al igual que pasaba
en el “Equipo A”) llama especialmente la atención por tener 4 miembros
con personalidades muy diferenciadas pero complementarias.
Para entender por qué este tipo de equipos (extremadamente diferentes
pero complementarios tiene éxito) tenemos que viajar a Suiza a
principios del siglo XX. Allí encontramos a Carl Gustav Jung, padre de
la Psicología Analítica. Este coetáneo (y amigo) de Sigmund Freud sentó
las bases para entender de forma clara por qué cada persona reacciona de
una forma distinta ante situaciones idénticas. En su libro “Tipos
Psicológicos” (Psychologische Typen, 1921), Jung detallaba dos actitudes
básicas (introversión y extraversión) y cuatro funciones (pensamiento,
sentimiento, sensación e intuición).
En una persona equilibrada, una de las funciones será dominante
mientras que otras dos serán las auxiliares. Una de las funciones suele
quedar inerte quedando únicamente como opuesta a la principal. En cada
cuadrante estarán los pensamientos, sentimientos y repertorio conductual
de cada indivíduo.
Si contrapusiésemos los dos cuadros, se formaría un cubo con 4 zonas diferenciadas.
De este modo, Jung nos presentaba que cualquier persona más allá de
la actitud con la que decidiera (consciente o inconscientemente) actuar
en cada momento o situación (introvertida o extrovertida) tenía una
serie de pensamientos, sentimientos y repertorio conductual idénticos.
De forma muy simplificada, podríamos decir que podemos clasificar a
las personas en 4 tipos básicos, de los que podríamos conocer tanto la
personalidad como la forma preferente de actuación en cada situación.
A decir verdad, lo único que Jung hizo fue plasmar de forma analítica
lo que todos sabíamos desde hace siglos. Frases como: “la cabra tira al
monte” y fábulas como la del escorpión y la rana no hacen más que
aclarar que desde la antigüedad, podemos saber (aproximadamente) como se
comportará una persona a la que conocemos bien en una situación
concreta.
Vamos a hacer una pequeña prueba:
● Escribe en un papel una situación que consideres límite (un incendio en casa, un accidente en la piscina, una boda…)
● Ahora piensa en como se comportarían en ese caso las siguientes personas:
○ Tu jefe
○ Tu madre
○ Tu mejor amigo
○ Tu camarero favorito de tu bar favorito
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