Un menor y un adulto se paran
frente a un cartel en una calle de una ciudad española. Desde la imagen,
un niño los mira fijo, con gesto adusto.
El adulto no lo ve, porque el texto sólo puede leerse desde el punto de vista de un niño, desde su altura.
Para lograr ese efecto, el aviso -distribuido en el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil a fines de abril- fue realizado con la técnica de impresión lenticular, que muestra diferentes imágenes dependiendo del ángulo desde el que se lo mire.
Desde el promedio de estatura de un adulto, 1,75 metros, no se ve el teléfono. Pero desde el promedio infantil de 1,35 se hace visible.
Evitar la mirada del abusador
A la entidad le preocupaba que en un caso así el adulto pudiera decir cosas para disuadir al menor de buscar asistencia.
Por eso recurrió a la impresión lenticular, una técnica que ha existido por décadas y ha sido utilizada para muchísimos otros fines.
Entre ellos, los más conocidos tal vez sean las pegatinas y tapas de libros infantiles "animadas", que dan la impresión de movimiento al balancearlas de lado a lado.
Recientes adelantos en la técnica han conseguido una ilusión de mayor profundidad, lo que permite crear un efecto tridimensional sin utilizar las típicas lentes 3D.
Fuiente: