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15 de abril de 2013

¿Qué pasa cuando un país es forzado a comer menos y andar más?

ciclista

Cuba tuvo que importar miles de bicicletas durante el "período especial" ante la falta de combustible.

Para los expertos en salud pública, Cuba puede ser un objeto de estudio fascinante, pues en pocos sitios en el mundo hay comportamientos tan homogéneos en cuanto a nutrición y actividad física. Si a este factor se suman los cambios a los que se sometió el país durante el llamado "período especial" (entre 1990 y 1995), entonces se pueden obtener resultados únicos.

El doctor español Manuel Franco, profesor de la Universidad de Alcalá y la Johns Hopkins en EE.UU., aprovechó la coyuntura que tuvieron que vivir los cubanos justo después de la desaparición de la Unión Soviética para realizar un estudio de 30 años sobre los efectos poblacionales en enfermedad cardiovascular y diabetes cuando se cambian repentinamente los hábitos alimenticios y la actividad física.

El estudio no tomó en cuenta las deficiencias nutricionales durante los cinco años de crisis profunda.

El resultado fue una disminución en la incidencia de diabetes y enfermedades relacionadas con el corazón, acompañado de una disminución del peso corporal de 5,5 kilos en promedio, durante los cinco años de crisis profunda.

A partir de 1996, la población experimentó un aumento de peso de 9 kilos.

"Ahora mismo, la diabetes está subiendo y la enfermedad cardiovascular -que estaba bajando mucho- ha dejado de declinar", le explica a BBC Mundo Franco. "Este es un resultado muy negativo para Cuba hoy en día".

Antes, durante y después

Cuba

El estudio indica que tras la recuperación económica, la población registró un aumento de peso de 9 kilos.

Para el estudio, publicado esta semana en el British American Journal, Franco y su equipo revisaron los datos de la población de Cienfuegos, en el centro de Cuba, durante las últimas tres décadas. Y lo dividieron en tres períodos: precrisis, crisis y postcrisis.

Quizás el período más interesante fue el "especial", donde los cubanos aumentaron de un 30% a un 80% la actividad física y disminuyeron la ingesta calórica diaria de 3.000 a 2.200 calorías.

Este ejercicio y dieta forzados hizo que disminuyera la tasa de mortalidad, particularmente por diabetes y enfermedades cardiovasculares.

"Este estudio lo que demuestra es que el cambio en toda la población, sea para un lado o para el otro, tiene un efecto muy grande sobre la enfermedad cardiovascular y la diabetes", señala Franco.

"Si queremos disminuir, controlar y prevenir las enfermedades, la dieta y la actividad física tienen que ocurrir al mismo tiempo". Y a nivel de salud pública, "esto tiene que ocurrir en toda la población".

Lea el artículo completo en:

BBC Ciencia
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