Google anunció ayer el cierre de Google Reader
el próximo 1 de julio, una noticia inesperada que afecta a un servicio
bastante utilizado por los usuarios. Google Reader nos llevaba
acompañando desde el año 2005, casi 8 años en los que la web ha cambiado
mucho y donde también hemos cambiado mucho los usuarios y nuestra forma
de acceder a la información.
Google Reader cerrará el próximo 1 de julio, es decir, en unos tres meses y medio, una decisión que Google ha fundamentado en una caída en el uso del servicio y que, sin embargo, ha levantado un gran revuelo en la red porque el número de afectados con esta decisión es bastante grande (entre los que me incluyo). Si echamos la vista atrás, en menos de un año, Google ha firmado la sentencia de muerte de 2 servicios de gran arraigo, iGoogle (que se cerrará el próximo mes de noviemnbre) y Google Reader que cerrará el 1 de julio, decisiones que, en cierta medida, cobran sentido si nos fijamos en la propia evolución que hemos sufrido en nuestros hábitos de consumo de información.
¿Y ya está? ¿Es la evolución en nuestra forma de consumir la información la causante del cierre de Google Reader? Realmente, nuestra forma de consumir información es uno de los motivos pero no creo que sea el único, es una suma de factores como el cambio de política que venimos viendo en Google (con la introducción de Google+) o el acceso a la información a través de múltiples tipos de dispositivos.
Google y el omnipresente Google+
Google Reader era un servicio que no se actualizaba desde noviembre de 2011, fecha en la que aplicó un rediseño que no gustó a todo el mundo y que, básicamente, fue la única "mejora" aparente que Google había invertido en el servicio. Desde entonces, además de centralizar el manejo de información (con el tratamiento de datos unificado), Google ha puesto el foco en Google+ (que inunda todos sus servicios como una especie de hilo conductor de índole social) y en integrar servicios entre sí (lo cual, en muchos casos, nos vuelve a llevar a Google+).Este patrón de comportamiento de llevarlo todo hacia Google+, en el fondo, chocaba con la propia esencia de Reader porque, aunque encontrásemos un botón para hacer un "+1" en los artículos que nos gustaban y compartirlos en Google+, la experiencia en Google Reader era algo bastante personal y aislada del stream de las publicaciones de otros usuarios en Google+, es decir, apenas había interacción social.
De hecho, esta aversión al mundo de los RSS no es tan nueva como, quizás, nos podríamos imaginar puesto que antes de firmar la sentencia de muerte a Google Reader, Google ya apartó de la circulación a Feedburner y a AdSense for Feeds e, incluso, puso en el "corredor de la muerte" al dashboard de iGoogle que, en su mayor parte, también estaba formado por feeds.
La web, las apps y las redes sociales
Cuando Google anunció el año pasado que se iba a cerrar iGoogle, la compañía basó su tesis en que, con cada vez mayor frecuencia, dependíamos de aplicaciones para acceder a la información y que, incluso, Google Chrome nos ofrecía las Chrome Apps como página de inicio de nuestro navegador. De hecho, siguiendo con esta tesis, los de Mountain View hicieron referencia a Android con sus aplicaciones y widgets para decirnos que nuestros hábitos habían cambiado y que, cada vez más, accedíamos a Internet a través de aplicaciones en vez de usar el navegador de nuestro dispositivo móvil.Realmente, nuestros hábitos están cambiando y prueba de ello es que el acceso a Internet desde dispositivos móviles se duplica cada año y, desde este tipo de dispositivos, nos conectamos a Facebook, Twiiter o, incluso, al correo electrónico de Gmail a través de aplicaciones específicas que evitan que tengamos que usar el navegador web que, en el fondo, es una aplicación de propósito general que nos ofrece una experiencia de uso algo más pobre que una aplicación optimizada para ofrecer lo mejor de un servicio.
Son muchas las webs de referencia (blogs, periódicos digitales, etc) que nos ofrecen su información a través de aplicaciones específicas o bien a través de servicios que nos facilitan la lectura, como podría ser Google Currents o, incluso, el Kindle de Amazon; evitando que recurramos a Google Reader y a un navegador convencional, otro motivo que podría sustentar el cierre de Google Reader.
Las redes sociales también se han convertido en una fuente de información de gran peso y, a través de Facebook o Twitter, podemos estar informados en tiempo real de lo que está pasando y también las publicaciones digitales están presentes en estas redes compartiendo enlaces de todo lo que se va publicando, es decir, que nuestro timeline de Twitter actúa también como un agregador de noticias que también podemos llegar a segmentar, por ejemplo, usando listas.
Dicho de otra forma, a día de hoy, además de los feeds y la navegación directa, tenemos muchas formas de acceder a la información y estas nuevas puertas de acceso cada vez están cobrando mayor peso dentro de nuestros hábitos de uso.
Google Reader y las revistas digitales
Hablábamos de Google Currents como una manera alternativa de acceder a la información, un servicio de Google que nos permite crear "revistas digitales" optimizadas para dispositivos móviles que nos ofrecen la información de una manera distinta y visualmente muy agradable.El artículo completo en: ALT1040