Hasta hace poco, el
anestesiólogo alemán Joachim Boldt era un reconocido especialista en la
administración de líquidos intravenosos. Recientemente se descubrió que
cerca de 90 de sus trabajos tiene errores y una docena de ellos han sido
retractados de las publicaciones por mala praxis, incluida la
falsificación de datos. Pero el daño ya está hecho.
Cuando una publicación es retractada, significa que la investigación tiene tantos errores que hay que eliminarla de toda literatura científica. Se considera por muchos como el peor de los castigos para un especialista.
Pero también tiene graves implicaciones para la ciencia. Si bien estas cifras representan alrededor del 1% de los casi 30.000 ensayos que salen cada año, la forma en que funciona la comunidad científica amplifica su impacto.
Reacción en cadena
"La ciencia depende de que otros repliquen, no necesariamente exacto, pero sí de una forma en que te den la seguridad de que los resultados pueden ser reproducibles", le explica a BBC Mundo Nigel Hooper, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Leeds.
"Nosotros no salimos y pedimos a alguien que repita el estudio, sino que forma parte del proceso científico", agrega.
"La literatura no se corrige a sí misma", refuta la científica australiana Elizabeth Iorns. "Es como decir que con el tiempo se sabrá (si tienen fallas), pero no será así porque entre los científicos no existe la cultura de buscar financiación para validar sus estudios, y si lo hacen, no hay forma de publicar (los resultados de la réplica)".
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BBC Ciencia
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