Los artesanos
responsables de los famosos Guerreros de Terracota trabajaron en un
sistema sofisticado de organización similar al de la empresa Toyota,
según un nuevo estudio.
"Lo que más nos interesaba para este proyecto
era ir más allá de la constatación de las técnicas empleadas y tratar de
hacer 'ingeniería inversa' para explicar cómo se organizó la fuerza
productiva para construir una obra tan colosal y perfectamente
estandarizada", dijo a BBC Mundo el Dr. Marcos Martinón-Torres, del
Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres, UCL, quien
dirigió la investigación."El tipo de organización del trabajo utilizado por los artesanos es comparable al sistema conocido como "Just in Time" o "Toyotismo", desarrollado por Toyota en los años 70"Dr. Marcos Martinón-Torres, Universidad de Londres
Los Guerreros de Terracota datan de entre 210 y 209 A.C. y se encuentran en el Mausoleo del primer emperador de China de la Dinastía Qin, Qin Shi Huang. Se creía que enterrando las estatuas el emperador aún tendría tropas bajo su mando. Los guerreros se hallan en formación de batalla en tres fosas y sólo la segunda fosa contiene más de 6.000 estatuas de 1,80 mts.
El estudio se centró en las armas de bronce que portaban los guerreros, "una colección extraordinaria que incluye cientos de espadas, alabardas, lanzas, lancetas... y cuarenta mil puntas de flecha para ballesta. De hecho, el siguiente paso en la investigación es extender el estudio a los propios guerreros, para verificar nuestra hipótesis de que el modelo de organización del trabajo era similar al que hemos documentado para las armas".
En lugar de un sistema similar a las líneas de ensamblaje asociadas a empresas como Ford, los artesanos se organizaron, según el estudio, en células productivas autonómas, que funcionaban en paralelo, permitiendo responder rápidamente y en forma flexible a las necesidades productivas.
Y este sistema podría contener lecciones importantes para la organización del trabajo en la actualidad.
Células autónomas
"Las flechas aparecen en grupos de 100, probablemente porque eran el contenido estándar de un carcaj (recipiente para transportar flechas) fabricado de material orgánico (el cual ha perecido a lo largo de los siglos). Desde el punto de vista formal, todas estas flechas son idénticas: su coeficiente de variación es inferior a lo que el ojo humano es capaz de distinguir", explicó el Dr. Martinón-Torres."Sin embargo, cuando analizamos su composición química pudimos comprobar que cada grupo de 100 flechas tenía una composición similar y ligeramente diferente a la del siguiente grupo, es decir, cada grupo es una remesa de bronce vaciado de un mismo crisol, sin mezcla entre remesas".
Para el experto, eso indica que cada grupo de flechas en su carcaj se habría producido por completo en una misma unidad de producción: con sus puntas afiladas, sus insertos, su vara de bambú y las plumas "todo rematado antes de ponerse a trabajar en la siguiente tarea, que bien podría ser otro carcaj con 100 flechas, o una lanza con su alabarda para otro guerrero".
"Esto nos hace pensar que probablemente había varias células productivas más o menos autónomas y versátiles, funcionando en paralelo. Todas trabajando con los mismos estándares y control de calidad, pero cada una de ellas con todos los recursos y conocimientos necesarios para manufacturar un abanico de productos terminados cuando hiciesen falta".
Toyotismo
Para Martinón-Torres, el tipo de organización del trabajo utilizado por los artesanos hace 2.200 años es comparable al sistema conocido como "Just in Time" o "Toyotismo", desarrollado por Toyota en los años 70."Así evitan el overstock, no gastan en almacenes y se aseguran que sus trabajadores nunca estén parados porque siempre hay algo útil que pueden hacer. Este modelo es muy diferente de las grandes cadenas de producción que caracterizan el "fordismo", donde la cadena está dividida en pequeñas unidades superespecializadas, capaces sólo de manufacturar un número limitado de componentes (a veces en diferentes ubicaciones), los cuales se van uniendo en una larga línea de ensamblaje a gran escala".
"En el ejército de terracota no había mercado al que adaptarse, pero sí una obra única y sin precedentes, que por tanto requería también adaptabilidad: no podía predecirse con exactitud cuántos guerreros o lanzas se necesitarían, cuanto tiempo se tardaría en terminar cada elemento... y no podían permitirse el lujo de paralizar toda la obra por la avería de una piedra de afilar o el retraso de un fabricante de espadas".
Lecciones
"Una lección que podemos aprender es que merece la pena invertir en la formación de tus empleados, para que sean más versátiles y adaptables, en lugar de funcionar como máquinas sin cerebro"Dr. Marcos Martinón-Torres
Las armas también dejan en evidencia conocimientos metalúrgicos excepcionales.
"Por ejemplo, la selección de aleaciones se optimizaba en función del arma a fabricar (no es lo mismo un filo cortante, que tiene que ser duro, que el mango de una espada, que necesita cierta flexibilidad para no romperse en un impacto). Asimismo, todas y cada una de las armas de filo, incluídas las flechas, fueron afiladas con una piedra de afilar a torno - la evidencia más temprana de su uso documentada en el mundo, y una constatación de que no se escatimaron recursos ni esfuerzos en producir un ejército perfectamente letal para proteger al emperador en el más allá".
El Dr. Martinón-Torres viene trabajando en el sitio de los Guerreros de Terracota desde 2006, cuando se firmó un acuerdo bilateral de colaboración entre UCL y el Museo del Mausoleo del Primer Emperador en Xian.
"Acabamos de renovar el acuerdo, coincidiendo con la designación del proyecto como British Academy Project. La British Academy es el organismo independiente que supervisa y administra la investigación en Humanidades y Ciencias Sociales en Gran Bretaña, y desde 2008 sólo ha adoptado cinco proyectos (el nuestro es uno de ellos), como estandartes de calidad en la investigación y la transferencia de conocimientos. Un gran orgullo y un gran reto."
Para el experto de la Universidad de Londres, la forma en que trabajaron los artesanos en Xian también contienen lecciones relevantes para el presente.
"Aunque hay innumerables aspectos de las políticas del Primer Emperador que no pueden defenderse hoy, una lección que podemos aprender es que merece la pena invertir en la formación de tus empleados, para que sean más versátiles y adaptables, en lugar de funcionar como máquinas sin cerebro".
El estudio fue publicado en la revista Journal of Archaeological Method and Theory.
Fuente:
BBC Ciencia