"El lanzamiento fue absolutamente exitoso", dijo a la AFP
Manuel Fernández, viceministro de Telecomunicaciones del Ministerio de
Ciencia, Tecnología e Innovación de Venezuela, momentos después de salir
del Centro Jiuquan.
"Se dio a la hora exacta (las 4h12 GMT) y
todo lo que ocurrió siguió los parámetros dados por los especialistas
chinos y venezolanos que participaron en el diseño, construcción,
ensamblaje, preparación y, en definitiva, el lanzamiento", agregó. "En
tres o cuatro días, el satélite puede estar enviando su primera imagen",
añadió Manuel Fernández.
El lanzamiento del satélite, que tuvo
lugar a nueve días de las elecciones presidenciales de Venezuela, fue
presentado como un paso más hacia la soberanía e independencia
tecnológica. "Esto es parte del desarrollo científico y tecnológico de
la nación en función de nuestras necesidades", dijo el presidente Hugo
Chávez en el Palacio de Miraflores, después de ver en directo el
lanzamiento por la televisión venezolana VTV.
El programa del
satélite Miranda se enmarca bajo el acuerdo de cooperación espacial
China-Venezuela. El primer proyecto, el satélite Simón Bolívar, lanzado
en 2008, representó una inversión de 406 millones de dólares, que
incluyó el costo de la construcción de la Base aeroespacial Manuel Ríos
Bamari.
El segundo proyecto consiste en la construcción,
desarrollo y montaje de la primera fábrica venezolana de satélites
pequeños de Borburata (estado de Carabobo), que será inaugurada en 2013.
"Esperamos que el tercer, cuarto y quinto satélite sean diseñados y
construidos por venezolanos en Venezuela, en convenio, por supuesto, con
China", afirmó Fernández.
El proyecto del satélite Miranda tuvo
un costo de 140 millones de dólares, provenientes del Fondo de
Desarrollo Nacional, dijo Fernández. El acuerdo espacial contempla
también la capacitación de personal venezolano para concretar
transferencias de tecnología.
Para el satélite Simón Bolívar
recibieron capacitación en Pekín 90 profesionales y para el Miranda 52,
indicó la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE).
El
"Francisco de Miranda" -nombre de uno de los próceres de la
independencia venezolana- cuenta con cuatro cámaras y tiene capacidad
para tomar hasta 350 imágenes al día, que permitirán una visualización
de la superficie terrestre a una distancia de hasta 2,5 metros. Las
imágenes serán usadas para la detección de áreas acuíferas y petroleras,
la monitorización de la biodiversidad y de recursos naturales
disponibles y la planificación urbana y agrícola.
También
permitirán determinar zonas afectadas por desastres naturales como
lluvias, sismos y deslizamientos de terreno. "Estas imágenes serán de
inmensa utilidad para universidades, centros de investigación, el
Gobierno nacional, las exploraciones petroleras y mineras, y las fuerzas
armadas", señaló a la AFP Ángel Lozada, miembro del equipo de formación
de talento humano para el proyecto satelital Venesat-1 en Pekín.
A
nivel militar será útil para monitorizar la frontera venezolana, así
como para detectar centros de minería ilegales, cultivos ilícitos y
pistas clandestinas. El satélite tendrá una vida útil de cinco años y
girará en órbita baja, a 639 kilómetros de la Tierra. Realizará 14 giros
diarios alrededor del planeta, pasando hasta tres veces por el
territorio venezolano.
Este satélite permitirá a Venezuela contar
de inmediato con imágenes de su territorio, que antes debía adquirir a
terceros. "Las imágenes debían comprarse a un costo promedio de 2.500
euros, que además se entregaban tardíamente y no tenían total
confiabilidad. Ahora el país podrá controlarlas directamente desde la
base aeroespacial Manuel Ríos Bamari, ubicada en el estado de Guárico,
en el centro de Venezuela", añadió Lozada.
Es "la primera vez que
China exporta el sistema completo de satélites de detección remota y que
ofrece el servicio de seguimiento a un usuario internacional", informó
por su parte la agencia China Hoy. El satélite -denominado formalmente
VRSS-1, por sus siglas en ingles Venezuela Remote Sensing Satellite- fue
desarrollado con tecnología de la Academia China de Tecnología Espacial
(CAST).
Venezuela es el cuarto país latinoamericano en contar con
satélites propios, después de Argentina, Brasil y México. China y
Bolivia actualmente están desarrollando el proyecto del satélite Túpac
Katari, que ha sido financiado gracias a un préstamo de 250 millones de
dólares del Banco de Desarrollo de China y que será lanzando en 2013.
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