Si te sientes decaído, prueba a darte una vuelta por una pinacoteca. Semir Zeki, experto en neurobiología y neuroestética del University College de Londres (Reino Unido), ha demostrado que contemplar
una bella obra de arte produce en tan sólo 10 segundos un aumento
inmediato del flujo sanguíneo en zonas del cerebro relacionadas con el
placer.
El efecto equivale a la sensación de estar enamorado.
Concretamente, en un experimento con 28 sujetos sin conocimientos
previos de arte, Zeki comprobó que las obras que más placer producen son
las del paisajista inglés John Constable y las del pintor neoclásico
francés Dominique Ingres.
Por otra parte, admirar una imagen artística acompañada de música clásica genera más respuestas emotivas que colocarse ante la misma pintura en ausencia de sonido, según revelaba una reciente investigación realizada en la Universidad de Zurich (Suiza). Algunos expertos sugieren que este efecto podría deberse a que la música y el arte pictórico están íntimamente ligados en el cerebro, aunque sólo las personas sinestésicas -que asocian percepciones de sentidos diferentes, por ejemplo escuchando colores u oliendo sonidos- son conscientes de esa conexión. De hecho el pionero del arte abstracto Wassily Kandinsky, que era sinestésico, dijo en cierta ocasión que tenía la esperanza de que sus cuadros pudieran “ser escuchados”.
Por otra parte, admirar una imagen artística acompañada de música clásica genera más respuestas emotivas que colocarse ante la misma pintura en ausencia de sonido, según revelaba una reciente investigación realizada en la Universidad de Zurich (Suiza). Algunos expertos sugieren que este efecto podría deberse a que la música y el arte pictórico están íntimamente ligados en el cerebro, aunque sólo las personas sinestésicas -que asocian percepciones de sentidos diferentes, por ejemplo escuchando colores u oliendo sonidos- son conscientes de esa conexión. De hecho el pionero del arte abstracto Wassily Kandinsky, que era sinestésico, dijo en cierta ocasión que tenía la esperanza de que sus cuadros pudieran “ser escuchados”.
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