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10 de mayo de 2012

Perú bate un nuevo récord en la masacre de delfines



En la costa norte de Perú están encontrando delfines muertos en cantidades sin precedentes. Los conservacionistas dicen que estas muertes se pueden deber al resultado de pruebas sísmicas realizadas por una compañía petrolífera.





Los cadáveres de unos 3.000 animales, fundamentalmente delfines comunes de pico corto, han sido arrastrados a las playas desde principios de febrero, según unas investigaciones realizadas por el veterinario Carlos Yaipen-Llanos, fundador y director científico del grupo de conservación de vida marina Orca.

Forman parte de una masacre de delfines sin precedentes que se vive en la costa norte de Perú. Los animales no tienen signos externos de trauma, y las investigaciones continúan buscando posibles causas de su muerte.

Y si contamos a los pelìcanos la suma ascenderìa. En los ùltomos 20 dìas se han encontrado 4450 pelìcanos muertos en las costas del Perù.

Sin embargo, algunos expertos están culpando de ello a las pruebas sísmicas realizadas por la petrolera BPZ, con sede en Houston (EEUU), en esa franja del Pacífico. La tecnología implica analizar los ecos de explosiones submarinas para buscar reservas de petróleo.

Yaipen-Llanos asegura que se han encontrado burbujas y sangre en algunos de los delfines muertos. Esa es una señal de la descompresión que posiblemente sufrieron los animales en su precipitado ascenso hacia la superficie para escapar del ruido de las explosiones.





“Este es el peor caso de mortalidad en masa de delfines que conozco en las Américas”, afirma Yaipen-Llanos, quien explica que el sonido de las pruebas sísmicas puede viajar más de 100 millas en mar abierto y su frecuencia dañó el oído de los delfines.

Patricia Majluf, viceministra de Pesca, declaró en el Congreso de Perú que los ejecutivos deBPZ no han sido capaces de dar explicaciones claras sobre el efecto de sus exploraciones petrolíferas en los mamíferos marinos. “El estudio de impacto medioambiental de BPZ debería de haber incluido una descripción detallada de la zona de influencia y el nivel de decibelios que generaron las pruebas en la zona de impacto”, dijo.

BPZ no ha respondido a las preguntas de GlobalPost para este reportaje. Sin embargo, la compañía explica en un comunicado que las muertes de los delfines habían comenzado antes de que ellos iniciaran sus pruebas sísmicas. “Lamentablemente se han detectado muertes similares en todo el planeta, incluyendo Brasil y varios estados de la costa atlántica de EEUU, recientemente en Cape Cod, Massachusetts”, indica el comunicado.

Pero Sue Rocca, una bióloga marina estadounidense que trabaja con la Whale and Dolphin Conservation Society, líder internacional en la conservación de mamíferos marinos, coincide en las sospechas manifestadas por Yaipen-Llanos. “Son indicios claros de pruebas sísmicas”, asegura, añadiendo que submarinistas de la Marina de EEUU han tenido ataques después de haber sido expuestos a este tipo de experiencia.

“Es una experiencia extremadamente dolorosa para los delfines. Son animales muy acústicos, y estos son ruidos enormes, aterradores. Durante años pensamos que los mamíferos marinos no podían sufrir ‘la enfermedad del buzo’. Pero lamentablemente ahora sabemos que eso no es verdad”.

Sin embargo, Rocca advierte que las pruebas sísmicas deberían de haberse dejado sentir también en otros mamíferos marinos, como las ballenas, y de momento no se ha registrado ningún caso en Perú.

Otras posibles causas de las muertes de delfines serían el envenenamiento o una marea de alga roja, que se puede generar por la contaminación.

“De un modo u otro esto ha sido probablemente causado por los humanos”, añade. “Los ecosistemas marinos son lugares delicados, pero no dejamos de revolverlos, y los delfines son muy sensibles a estos cambios. También son muy móviles, pero hay un límite sobre a dónde pueden ir para escapar de la contaminación, las pruebas sísmicas y otras molestias en su hábitat. No es bueno cuando se tienen que desplazar por las rutas navieras, por ejemplo”.

Las muertes también han puesto en cuestión la capacidad de las autoridades de Perú para proteger el medio ambiente marino. El Instituto Marino de Perú, la agencia gubernamental a cargo de la investigación marina y de pesquerías, asegura que tan sólo hanmuerto 324 delfines, frente a los 3.000 contabilizados por expertos independientes, como Yaipen-Llanos, y confirmados por Rocca.

Tal y como BZP indica en su comunicado, las muertes de delfines en Perú son sólo las más recientes registradas en el mundo. En torno a 250 delfines han sido arrastrados a las playas en Cape Cod este año, comparados con la media anual de 38.




Además, desde principios de 2010 el número de cadáveres hallados en el Golfo de México se ha multiplicado casi por diez, una tendencia que comenzó incluso antes del vertido de petróleo de BP.

“Ha sido un año de mierda para los delfines. ¿Qué si hemos llegado a un momento crítico? No lo sabemos aún, pero es posible”, dice Rocca.

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