Imagen de la molécula 'olympicene'. | RSC
- Crean una estructura molecular con la forma del símbolo de las Olimpiadas
- Bautizada como 'Olympicene', es 100.000 veces más delgadas que un cabello
- Podría tener aplicaciones industriales en el desarrollo de células solares
Su aspecto se parece mucho a los cinco anillos del símbolo de las
Olimpiadas, y por eso sus creadores la han bautizado como 'olympicene'.
Se trata de la estructura molecular con forma de anillo más diminuta
posible. De hecho, es 100.000 veces más delgada que un cabello humano.
Una colaboración entre la Royal Society of Chemistry y la Universidad
de Warwick, ambas en el Reino Unido, e IBM Research, en Zurich (Suiza),
ha permitido a un equipo de científicos crear y presentar al público
esta molécula, utilizando una combinación de química sintética
inteligente y técnicas de imagen.
Los químicos de la Universidad de Warwick, David Fox y Anish Mistry, utilizaron química orgánica sintética para crear la insólita estructura molecular de 'olympicene'. Según Fox, a pesar del esfuerzo que supone la creación de 'olympicene' en un laboratorio, hay muchas razones para trabajar con moléculas como ésta. Por ejemplo, estos tipos de moléculas pueden ofrecer un gran potencial para la próxima generación de células solares de alta tecnología, y fuentes de iluminación, como los LED.
El grupo de IBM Research en Zurich analizó la estructura química de 'olympicene' con una resolución sin precedentes, usando una técnica compleja conocida como microscopía de fuerza atómica sin contacto.
Con esta técnica, los autores lograron reproducir esta molécula única, de tan sólo 1.2 nanómetros de ancho (un nanómetro es una milmillonésima parte de un metro), y 100.000 veces más fina que un cabello humano.
Fue el profesor Graham Richards, ex director del departamento de Química de la Universidad de Oxford y miembro de la Royal Society of Chemistry, el primero al que se le ocurrió la idea de crear una molécula que imitara la estructura de los anillos olímpicos.
"Me encontraba en una reunión de la Royal Society, y estaba haciendo garabatos de anillos hexagonales mientras hablábamos de lo que podríamos hacer para contribuir algo desde la Royal Society a las Olimpiadas", ha relatado Richards a la BBC. "Entonces se me ocurrió que lo que había dibujado se parecía mucho a los anillos olímpicos, y que nunca se había creado algo así. Me parecio un desafío sintético muy interesante".
El profesor Richards cree que la investigación con esta molécula podría tener aplicaciones industriales, pero ante todo espera que su mayor contribución a la Química sea atraer a los jóvenes y al público general a esta disciplina científica. "Las moléculas de este tipo podrían tener una aplicación comercial, pero lo que más nos interesa es estimular el interés de la gente hacia la Química, aprovechando su vínculo con las Olimpiadas", asegura Richards.
Fuente:
El Mundo Ciencia
Los químicos de la Universidad de Warwick, David Fox y Anish Mistry, utilizaron química orgánica sintética para crear la insólita estructura molecular de 'olympicene'. Según Fox, a pesar del esfuerzo que supone la creación de 'olympicene' en un laboratorio, hay muchas razones para trabajar con moléculas como ésta. Por ejemplo, estos tipos de moléculas pueden ofrecer un gran potencial para la próxima generación de células solares de alta tecnología, y fuentes de iluminación, como los LED.
El grupo de IBM Research en Zurich analizó la estructura química de 'olympicene' con una resolución sin precedentes, usando una técnica compleja conocida como microscopía de fuerza atómica sin contacto.
Con esta técnica, los autores lograron reproducir esta molécula única, de tan sólo 1.2 nanómetros de ancho (un nanómetro es una milmillonésima parte de un metro), y 100.000 veces más fina que un cabello humano.
Fue el profesor Graham Richards, ex director del departamento de Química de la Universidad de Oxford y miembro de la Royal Society of Chemistry, el primero al que se le ocurrió la idea de crear una molécula que imitara la estructura de los anillos olímpicos.
"Me encontraba en una reunión de la Royal Society, y estaba haciendo garabatos de anillos hexagonales mientras hablábamos de lo que podríamos hacer para contribuir algo desde la Royal Society a las Olimpiadas", ha relatado Richards a la BBC. "Entonces se me ocurrió que lo que había dibujado se parecía mucho a los anillos olímpicos, y que nunca se había creado algo así. Me parecio un desafío sintético muy interesante".
El profesor Richards cree que la investigación con esta molécula podría tener aplicaciones industriales, pero ante todo espera que su mayor contribución a la Química sea atraer a los jóvenes y al público general a esta disciplina científica. "Las moléculas de este tipo podrían tener una aplicación comercial, pero lo que más nos interesa es estimular el interés de la gente hacia la Química, aprovechando su vínculo con las Olimpiadas", asegura Richards.
Fuente:
El Mundo Ciencia