Hasta detrás de uno de los objetos más inertes y aburridos puede haber escondida una interesante historia. Las hojas de papel podrían parecerlo, pero en diferentes momentos resultó importante encontrar una medida estándar para agilizar trámites y evitar problemas.
La primera referencia que se tiene del actual formato A4 es un intercambio de cartas entre físicos en el siglo XVIII, pero no fue hasta 1922 que el ingeniero alemán Walter Porstmann introdujo la idea de estandarizar una serie de formatos de diversos tamaños bajo la norma DIN 476.
El sistema constaba en tomar un cuadrado, y extender uno de sus lados a lo que sería el equivalente a la diagonal. Si el alto del cuadrado mide 1 unidad, el ancho mide √2, como lo muestra la imagen.
Por suerte los blogs permiten a sus lectores comentar, ya que se me pasó por alto algo muy importante:
"Tengo un papel de ancho A y alto B. Quiero que al cortarlo por la mitad y darle un cuarto de vuelta, el papel resultante tenga la MISMA proporción alto/ancho que el original. El papel que es la mitad tendrá ancho B/2 y alto A. Por lo tanto quiero que
B/A = A/(B/2)
de donde sale que B^2 = 2A^2, es decir B/A = sqrt(2) = 1'4142...
Es decir, si ponemos como condición que la mitad de un A4 tenga la misma proporción ancho/alto que el A4 de partida, esa proporción es NECESARIA, no caprichosa."
Una vez que tenemos la proporción, hay que darle medidas a las mismas. Y en vez de decantarse por una medida exacta de ancho o de alto y deducir la otra, el alemán prefirió adjudicarle al rectángulo una superficie de 1 metro cuadrado. Por lo que hay que hacer algunas ecuaciones simples para obtener el tamaño estándar A, que sería 1,189 metros de ancho por 0,841 de alto, que ni siquiera da un metro cuadrado exacto, pero no interesa.
Cuando decimos que un papel pesa 90 gramos, puede resultar un tanto pesado para una simple hoja, pero en realidad ese peso hace referencia al de una de estas hojas tamaño gigante llamado A o A0.
Para obtener las siguientes medidas, sólo basta ir dividiendo la gran hoja A0 en dos, de forma sucesiva. Así obtenemos que A1 es la mitad, A2 un cuarto, A3 un octavo y A4 un dieciseisavo de la original.
El hecho de que exista un estándar con este sistema, tiene muchas ventajas obvias, como que se puede obtener cualquier otro tamaño que también esté normalizado, cortando una hoja por la mitad, o agregando otra.
Como nadie estaba demasiado preocupado por darle un tamaño legal a los papeles, porque tenían cosas más importante que hacer, como evitar que el régimen Nazi siga avanzando y otros problemas de la época, el formato alemán DIN A para la estandarización de hojas se desperdigó por muchos países en los siguientes años.
En 1975 había sido adoptado por tantos países que se estableció bajo la norma internacional ISO 216, y se lo declaró como formato oficial para utilizar dentro de las Naciones Unidas. Dos años después ya había sido adoptado por 88 de los 148 países que había en ese momento.
Hoy en día es el formato oficial de todos los países a excepción de Estados Unidos y Canadá, aunque en algunos países latinoamericanos es muy común el tamaño carta (letter), equivalente a unos 279 × 216 mm, el oficio (o folio) de 330 × 216 mm o legal de 356 × 216 mm, todos pertenecientes al sistema estadounidense y con las medidas originales en pulgadas.
La norma ISO 216 prevé otros formatos que son mucho menos populares: B y C. Y para obtener sus medidas hay que hacer unos cálculos que también son curiosos.
El formato B0 resulta de obtener la media geométrica entre las medidas de su equivalente en A (en este caso A0), y su inmediato superior, en este caso, el doble de A0.
B0 resultaría 1000 × 1414 mm luego de multiplicar la raíz cuadrada del producto de las medidas de A0, por la raíz cuadrada del producto de 2A0, o lo que es lo mismo √(841×1189) × √(1189×1682) mm. Y todos los tamaños inferiores se calculan haciendo las respectivas ecuaciones, o simplemente dividendo la hoja en varias partes.
Este formato es poco conocido pero suele ser usado de forma industrial para imprimir pósters y libros.
El formato C se obtiene al realizar la media geométrica de sus equivalentes numéricos en A y B, y se usa casi únicamente para fabricar sobres y envoltorios, ya que mantiene la misma proporción que los anteriores, y cada uno es ligeramente superior en tamaño a su respectivo de A. Los sobres para hojas A4 son tamaño C4, midiendo 229 × 324 mm contra los 210 × 297 de la hoja de papel más famosa.
En arquitectura, fotografía y otras industrias muchas veces utilizan tamaños de hojas específicos para sus necesidades, y que no necesariamente cumplen con estas reglas internacionales de normalización.
Si leyeron hasta acá, probablemente no puedan volver a ver un simple papel de la misma forma.
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