- Inventado en 1821 por Louis Braille, quien quedó ciego desde los tres años de edad.
- Cada carácter se compone de hasta seis puntos, distribuidos en dos columnas de tres cada una.
- Se lee pasando por encima los dedos sobre cada carácter, que representa letras del alfabeto y signos de puntuación.
- Un beneficio clave es la posibilidad de reconocer cada letra usando las puntas de los dedos sin necesidad de reposicionamiento.
- No es tan difícil aprenderse las 26 letras, pero la dificultad viene en el toque y lograr establecer el ritmo de lectura.
- Por ejemplo, la letra S y la letra T, para una persona que no haya "desarrollado el tacto", pueden sentirse muy similares.
Gracias a cambios en las regulaciones el alfabeto Braille se está esparciendo, pero ¿realmente la mayoría de los ciegos usan el lenguaje de los puntos?
El alfabeto para ciegos ha existido por los últimos doscientos años, pero a lo mejor usted se haya percatado cada vez más del uso cotidiano del Braille.
En Reino Unido la cadena Co-op inició esta pequeña revolución con algunos de los productos de su marca, pero parece estar esparciéndose gradualmente a otros bienes y a otras tiendas también.
Los menús en Braille están disponibles para quienes los solicitan en muchos establecimientos de cadenas de restaurantes británicos, como Nando's y Pizza Express, pero su uso es más obvio en medicinas y productos farmacéuticos, desde caramelos para la garganta hasta tabletas para la presión arterial.
Orden comunitaria
En toda Europa el fenómeno se produce gracias a una directiva de la Unión Europea aprobada en 2005. Pero no es una tendencia limitada al Viejo Continente.
En twitter verá con regularidad que algunos usuarios de EE.UU. se preguntan por qué hay Braille en los cajeros electrónicos de los bancos que están en las islas de servicios para automóviles si los ciegos no pueden manejar. Claro que ellos siempre pueden ir de pasajeros.
En un tiempo no muy lejano, los frascos de lejía tenían mensajes en Braile muy paternalistas como "irritante" o "no ingerir", en vez de ofrecer información sobre qué hace el producto, como por ejemplo "limpiador de cocinas".
Ha habido un cambio en la actitud de los supermercados y otros negocios clave, dice Pete Osborne, jefe de Braille del Real Instituto Nacional para los Ciegos (RNIB, por sus siglas en inglés)
"Los fabricantes no dicen ahora que 'sería muy bueno si pudieras usar Braille'; ahora dicen 'sabemos que debemos usarlo, necesitamos saber cómo usarlo'".
Pero hay una contradicción. Mientras el uso del Braille se extiende a objetos cada vez más cotidianos, el número de personas que usan el sistema ha estado en un declive de largo plazo.
Superación tecnológica
Siendo aún un niño en Francia, a Louis Braille se le ocurrió el sistema inspirado por un fallido sistema de "escritura nocturna". Eso les permitió a los ciegos leer independientemente por primera vez y fue ampliamente adoptado.
En ese tiempo, los puntos en relieve eran la mayor esperanza para los invidentes. Hoy son los lectores de pantalla para computadoras, así como los teléfonos inteligentes parlantes.
Eso ha creado una generación de ciegos a quienes la necesidad los ha hecho tecnológicamente hábiles.
Entonces, en este panorama digital parlante, ¿son los relieves en papel todavía útiles? Y ¿cuánta gente sigue usando ese medio?
Menos del 1% de los dos millones de invidentes que hay en Reino Unido son usuarios de Braille.
"La cifra más aproximada que tenemos es entre 18.000 y 20.000. Esa es la cantidad de gente que usa el Braille en algún contexto", dijo Osborne.
"Esto podía representar a gente que conoce suficiente Braille para reconocer o jugar un juego de dominó o cartas, o leer el Braille "abreviado" en las cajas de paracetamol, hasta aquellos que aprenden música con Braille y tocan a nivel profesional".
Lectores en declive
De los dos millones de personas con pérdida visual, la mayoría están por encima de los 65 años. Y de ese grupo, los usuarios del Braille tienden a ser aquellos que no han sido capaces de ver desde temprana edad.
Únicamente 2.000 personas ordenan regularmente libros Braille de la biblioteca, lo que sugiere que la mayoría solo lo usa en aplicaciones más prácticas.
Pese a ser el jefe del grupo de codificación de Braille de la Asociación Británica para los Formatos Accesibles, James Bowden prefiere escuchar un audio-libro para entretenerse antes que tomar un libro Braille.
La versión Braille puede llegar a consistir en media docena de volúmenes del tamaño de una enciclopedia.
Por eso Bowden ve en el Braille una herramienta para solventar necesidades inmediatas de información más que para diversión.
"Si uno (ciego) no sabe qué contiene un disco compacto, tienes que ponerlo en el reproductor. Con 20 discos, te podría tomar veinte minutos encontrar el que quieres oír".
Usos políticos
El miembro del parlamento británico y exministro del Interior, David Blunkett, leía frecuentemente sus declaraciones en el Parlamento en Braille.
"Es un medio lento. Es necesario, yo le estoy muy agradecido, pero diría que un lector de impresos razonablemente rápido es dos veces más veloz de lo que soy yo".
"Yo soy un buen lector para mí mismo, pero no para una audiencia y por eso, en mis discursos, tiendo a tener solo notas escritas como respaldo. Y por eso encuentro que hacer declaraciones que estén cuidadosamente redactadas desde la tribuna parlamentaria es muy difícil".
"Solía odiarlo. Responder las preguntas en el Parlamento era un juego de niños comprado, aunque para muchos políticos es totalmente al contrario".
Blunkett urge a los ciegos que aprendan Braille diciendo que incluso la mejor pantalla de computadora Braille y audífonos no podrán ayudar a montar una presentación de la misma manera que lo haría si tuviera un papel en frente.
Siempre está el riesgo del agotamiento de las baterías o que se dañen los aparatos. Además, estudios estadounidenses sugieren que los usuarios de Braille tienen más posibilidades de hallar trabajo porque tienen "una mayor comprensión alfabética", afirma Osborne.
Sin embargo, en Reino Unido hoy, el 66% de los ciegos o parcialmente invidentes en edad de trabajar están sin empleo.
"Analfabetismo" funcional
Escuchar los sintetizadores de voz de computadoras en vez de experimentar las palabras, letra por letra, con los dedos, implica que las palabras serán escuchadas sin que necesariamente se sepa cómo se escriben. Y eso puede hacer que escribir sea un desafío para algunos usuarios.
Las pantallas Braille conectadas a algunas computadoras resuelven este problema de alfabetización pero muchas veces son prohibitivamente costosas.
Antes de la mitad del siglo XIX, leer la Biblia era más una motivación que una herramienta de trabajo para los profesores de Braille, dice Philip Jeffs, archivista de la Biblioteca Nacional de la RNIB.
Pero con la llegada de las máquinas de escribir Braille, en la década de 1890, los ciegos pudieron dedicarse al trabajo de oficina.
La RNIB realiza producciones editoriales en Braille, pero no lo enseña directamente a los individuos. Las autoridades locales han tendido a ser los organizadores de su enseñanza, financiada por el gobierno.
Pero hay un problema en el financiamiento, afirma Osborne. No es suficiente el número de personas a las que se les enseña Braille, particularmente si se le compara con el número de materiales en Braille que se producen.
"Hay un problema global en los países desarrollados. Tradicionalmente las organizaciones han gastado mucho más en producir y almacenar materiales (en Braille) que en enseñarlo. En España, Francia, EE.UU., Australia. Es un problema que necesita ser atacado", asegura Osborne.
"Nuestra opinión es que la gente debería tener el derecho a aprender Braille si así lo desea".
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